"El sentimiento de desear la paz, y ansiar que otros vinieran en ayuda de mi país, de condenar el armamento por un lado y sin embargo pedir armas por otro, de sentir devoción por la vida humana pero desear su destrucción a veces son sentimientos contradictorios que han reafirmado otros. Entre ellos la convicción de que la democracia es el único sistema político en donde la gente puede ser feliz. El odio es la fuerza más destructiva que un país puede sufrir y la libertad el más preciado de los dones. No me refiero sólo a la libertad política, que es por supuesto fundamental. Hablo también de la económica y de otro tipo de libertad que permite al hombre crecer y desarrollarse de acuerdo con los dictámenes de su corazón. Existen muchos tipos de esclavitud y no es menos degradante aquella que nos impide hacer uso de nuestras posibilidades creativas". Isabel Oyárzabel Smith es una de esas mujeres convertidas en invisibles en una historia escrita por los hombres. Nacida en Málaga...
Cuaderno de bitácora de Octavio Salazar Benítez