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Mostrando entradas de noviembre, 2022

LA CONVERSACIÓN COMO TEJIDO DE LO COMÚN

  El tecnocapitalismo que habitamos, y que nos habita, nos está convirtiendo en sujetos narcisistas, deseantes y esclavos de una lógica, la del mercado, en la que no hay espacio para la reciprocidad. Mientras que compramos y nos entretenemos, nos sentimos vivos. Cada cual frente a la pantalla, con la ilusión de ser parte de una comunidad construida con likes y seguidores. Desconectados emocionalmente, enfriados, como dice Remedios Zafra, mientras que el planeta no deja de calentarse. En los espacios en que practicamos un sucedáneo de comunicación, ya que suele faltar el viaje de ida y vuelta de los argumentos, tendemos a mirarnos no tanto en el espejo de los otros sino en el propio. Así nos fabricamos una máscara que a veces, solo a veces, oculta nuestros miedos e inseguridades, además de la frágil autoestima que no queremos ver. En este contexto es relativamente fácil encontrar trincheras acogedoras y batallas que tanto me recuerdan a los pulsos de machotes. De esta manera, las palabr

CLOSE. Curarse de hombría

  "Si los hombres quieren reclamar la bondad esencial del ser masculino, si quieren recuperar el espacio de sinceridad y expresividad emocional que es la base del bienestar, debemos imaginar alternativas a la masculinidad patriarcal" bell hooks Hay películas que te atraviesan el cuerpo como si fueran un rayo. Se cuelan adentro de ti y te remueven las tripas, los recuerdos, la piel y también, sí también, los silencios que se guardan por debajo de las entrañas. Son justamente esas películas las que provocan en mí, cuando salgo de la sala, una necesidad de silencio, de reencuentro con mis fantasmas. Como si se hubieran revuelto todas las piezas del puzle y necesitara de un tiempo para recomponerlo. A solas. Mientras que voy haciendo una lenta digestión de las imágenes. Una de esas películas recientes ha sido  Close , la dura pero hermosísima película de Lukas Dhont. Tal vez una de las historias de esta temporada narradas con más hondura y emoción, en la que el director sabe ir a

VUELA ESTA CANCIÓN PARA TI, LUCÍA

Cuando miro a mi sobrina, que justo hoy alcanza la mayoría de edad, no puedo evitar hacer un ejercicio de memoria y pensar en mis abuelas, en sus bisabuelas, en todas esas mujeres de generaciones precedentes que no tuvieron la oportunidad de ejercer la plena ciudadanía. Que siempre fueron, en un mundo hecho y por para los hombres, personas de una enorme fortaleza, sabias y luchadoras, como juncos salvajes capaces de resistir cualquier viento en contra. Y tan tiernas, además, siempre tan tiernas. Mi abuela Carmen que no sabía leer ni escribir, mi abuela Rita a la que no dejaron estudiar. Esas mujeres que fueron para mí regazo y espejo. Las maestras a las que cada día trabajo por parecerme.    Cuando miro a Lucía, que como tantas mujeres de este país debe su nombre a Serrat, me resulta fácil descubrir en ella ese hilo que la conecta con las precedentes y, sobre todo, que la lleva hacia un futuro que me gustaría fuera distinto al presente que habitamos. El de un mundo donde todavía ellas

LA MATERNAL o el reverso del primer domingo de mayo

  Los ojos de Carla. Los temblores de Carla. La angustia de Carla. Esa mirada que nos interroga y nos hiere. Los ojos de una adolescente, poco más que una niña, enfrentada a la responsabilidad, a las tensiones y a la extrema vulnerabilidad que supone ser madre. Nada que ver con los anuncios del primer domingo de mayo. La hija que mira a la madre y que se rebela contra ella, al tiempo que trata de entenderla, que se reconocen en su lugar de mujeres en los márgenes. Desierto, pintalabios, pobreza. Un móvil como paraíso que cabe en la mano. Porno, dance, like. Solo por la mezcla de amargura y valentía que anida en los ojos de Carla merece la pena ver, y sufrir,  La maternal . Sus cicatrices tan jóvenes, como las de sus compañeras de piso, nos interpelan con la fuerza  de un relato poco o nada transitado. La maternidad de apenas unas niñas, la maternidad alejada de los mitos que la convierten en destino gozoso, la maternidad que se atraviesa por los cuerpos y el presente para generar futur

AS BESTAS: Un western entre el bar y la cocina.

Hace unos días debatía con una amiga por qué el cine de Alberto Rodríguez es tan “de hombres” y de qué manera en sus películas las mujeres apenas si son apéndices, personajes muy secundarios, sin entidad y sin voz propia. Una opción legítima pero que sorprende en un cineasta tan inteligente. La falta perspectiva de género y de, como mínimo, unas manos que en los guiones sean conscientes de que las mujeres son la mitad de la Humanidad, hace que su cine, del que alabo sus méritos artísticos, me deje siempre con un sabor agridulce.     Cuando algunos, y sobre todo algunas, planteamos que las películas pueden ser cómplices con la cultura dominante,  no estamos defendiendo que las pantallas se conviertan en púlpitos feministas ni que en nombre del discurso se sacrifiquen la verdad de la narración. A lo que nos referimos es a la necesidad de que el cine, como cualquier arte, incorpore las miradas, las vivencias, los temas, que durante siglos han sido invisibles o secundarios, justamente por

HOMBRES BLANDENGUES

LUGARES A LOS QUE NUNCA HEMOS IDO: Vidas imperfectas y otras masculinidades

Llegué muy tarde al cine de Roberto Pérez Toledo.  Fue su muerte repentina en enero de 2022 la que, paradójicamente,  lo trajo a mi vida. Rescaté y me emocioné con sus Seis puntos sobre Emma y descubrí su capacidad para abordar las complejas relaciones personales - afectivas y sexuales - en Como la espuma. También descubrí que este creador infatigable era el responsable de la primera campaña de San Valentín de unos grandes almacenes en la que se veía a dos chicos enamorados. Pérez Toledo nos dejó al empezar este año, cuando no había sino recién terminado su último largometraje,  Lugares a los que nunca hemos ido, que ahora podemos disfrutar en la plataforma Filmin. De nuevo, el director nos presenta a varios personajes alrededor de los 40, cuando podríamos pensar que sus vidas han alcanzado un cierto nivel de estabilidad y plenitud, y a los que sin embargo los contemplamos debatiéndose entre la insatisfacción y las oportunidades perdidas, entre mantener el orden o hacer una locura, ent

L`IMMENSITÀ: Sobre la (im)posible autodeterminación

  L`immensità es una película excesiva. Un melodrama que tiene momentos brillantes, intensos, emocionantes, pero que en general hace aguas porque su guion parece una suma acelerada y poco cohesionada de recuerdos, de imágenes, de sueños y de obsesiones. Como si el director, que nos está contando su propia experiencia, se hubiera ido encontrando las piezas de un puzle debajo del sofá, desordenadas, y hubiera querido componer con ellas una mirada hacia el pasado, el de su infancia, pero desde la conciencia de su presente. Una mirada que últimamente se repite mucho, y de manera muy especial entre directores italianos, pero que no siempre da como resultado una película redonda. La historia que nos cuenta Emanuele Crialese, que es su propia historia, tiene todos los ingredientes para haber dado lugar a una película de esas que te sacuden y remueven. Sin embargo, y salvo en momentos puntuales, la cinta apenas consigue levantar el vuelto de un drama que, en lugar de afrontar la complejidad d

MIEDO AL DEPREDADOR

  "Para mí ha sido muy difícil querer a mi padre, pero también ha sido fácil odiarlo" Uno de los cambios más significativos que hemos experimentado en los últimos años ha sido la ruptura de los silencios que durante siglos mantuvieron a muchas personas –sobre todo, mujeres y menores de edad– atrapadas en sus heridas. Tras una larga historia en la que las violencias machistas estuvieron "en el armario", los relatos se han ido haciendo públicos. En una suerte de terapia no solo personal, desde el corazón y el dolor de las víctimas, sino también colectiva, en cuanto que ha ido dejando al descubierto las fallas de una comunidad que callando otorgaba. Sin embargo, todavía es menos frecuente que el foco se ponga en los menores en cuanto sufridores de esas violencias privadas. Esas que solo se escuchaban de puertas para adentro, danzando desnudas sobre un hilo quebradizo de miedos y temblores. De ese horror nos habla Miguel Ángel Oeste en una novela que, sin renunciar a la