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Mostrando entradas de agosto, 2014

DE FRONTERAS, HÉROES Y ESPECTÁCULO

Estamos poco acostumbrados a que los cineastas españoles hablen de problemas de hoy y además lo hagan sin renunciar al sentido del espectáculo que siempre debería tener el cine. La ruptura con esa dinámica es sin duda el mayor acierto de la nueva película de Daniel Monzón, el cual ya demostró su pulso como narrador y creador de imágenes en CELDA 211. EL NIÑO consigue entretener, sorprender al espectador con escenas rodadas con ritmo y precisión, y todo ello en un contexto apenas visitado en nuestro cine y que nos remite a uno de esos espacios fronterizos donde el bien y el mal se diluyen en nombre de intereses y negocios. En este caso el Estrecho se convierte en la gran metáfora también de lo que le sucede a buena parte de los protagonistas de la historia, para los que la tentación del dinero, la superación de un determinado estatus, justifica rebasar las fronteras y convertirse en una especie de héroes sin más espejo que sí mismos. Unos héroes venidos a menos,  de carne y hueso,  d

Antes del ébola

(la banda sonora de una mudanza) Hambre, sed, ansia Las viejas palabras bajo tierra La carne en el asador sin salsas Habrá que quemar los esqueletos Si preferimos tener sol Que alumbre nuestras llagas. Vaciemos de revoluciones las estanterías, Dibujemos llaves doradas y danzas. Yes, we can. Sábanas tejidas con tinta en el Facebook se palpan Los gerundios en el patio de mi casa. Huelen a lejía los metros cuadrados útero donde se derrite la escarcha First we take Manhattan, then we take Berlin. Pies descalzos que no necesitan playa Bajo el cielo protector de espaldas. Dejemos que los gusanos se traguen las políticas Tierna mirada de esperma en el whatsapp Tras el vómito de la grasa de Hollywood Y doce horas de felices idiotas que pagan. Dos carnes paralelas que no se tocan, Santa oración argentina del alma. Abajo las armas, no me gustan las batallas Bello tango de vellos sin esp

LAS FRONTERAS DEL GÉNERO

Una de las grandes fronteras de los derechos humanos en el siglo XXI es el reconocimiento y garantía de lo que por ejemplo  la recientemente aprobada Ley 2/2014 para la no discriminación por motivos de identidad de género y reconocimiento de los derechos de las personas transexuales de Andalucía denomina "el derecho a la autodeterminación de género". Al margen de los instrumentos legales, que obviamente son necesarios para garantizar el libre desarrollo de la personalidad de los individuos de acuerdo con el género que sientan y vivan más allá de lo meramente biológico, necesitamos un cambio de paradigma, una radical transformación cultural y  social (y por tanto también política) que nos permita superar el binarismo de género y, en consecuencia, las vallas que continuamos elevando entre lo que mayoritariamente se entiende como normal y aquellas otras opciones que consideramos como minoritarias y devaluadas. No es casualidad que el protagonista de la intensa y emocionant

EL CASCABEL QUE UN DÍA SE LE PERDIÓ A LA BUTLER

Hubo un niño en Valencia hace tres décadas que decidió permanecer en silencio hasta que cumplió 36 meses. Prefirió observar, aprender palabras y hacer travesuras. Comenzó de esa manera a construir un pasadizo secreto entre la vida y sus entrañas. Un lugar que cada año se iría haciendo más ancho y profundo, a medida que los días le iban regalando sorpresas y ventanas. Hasta que dijo su primera palabra un cascabel colgó de su cuello, como si fuera un gato rebelde, mediante el que la familia siempre encontraba su rastro. Ese niño fue creciendo y se hizo un viajero infatigable. Aprendió otras lenguas y se lanzó a conocer al mundo. Consciente de que el suyo siempre se le quedaba pequeño, de que necesitaba repartir su corazón por miles de ciudades, de que con toda certeza en cada una de ellas encontraría una pieza perdida del puzzle con el que finalmente construiría su identidad. Tan necesitado como siempre estuvo de abrazos y de horizontes. De historias contadas casi al oído, como