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Mostrando entradas de mayo, 2016

LAS HIJAS DE THELMA Y LOUISE

Nunca olvidaré el día en que vi por primera vez  Thelma y Louise .  Era entonces un estudiante de Derecho al que le quedaba mucho por aprender del feminismo, del cine y de la vida en general. La vi en unos cines míticos de mi ciudad, bautizados precisamente con un nombre de mujer con una historia muy "de película", Isabel la Católica. Esos cines, en los que tanto aprendí como hombre y como ciudadano, están hoy tristemente cerrados. Aunque en aquel momento no era capaz de traducir políticamente todo lo que la pantalla me mostraba, sí que me sorprendió que en la película fueran dos mujeres las protagonistas absolutas, que se rebelaran contra un mundo que las trataba injustamente y que además fueran partícipes de una relación de complicidad tan alejada de las que habitualmente el cine mostraba entre mujeres. Alrededor de ellas, los hombres aparecían como accesorios, como restauradores de un orden en el que ellos eran los privilegiados, ciertamente torpes y hasta desubicados

POR QUÉ NO ME GUSTA PABLO IGLESIAS

Tal y como lo explicó el sociólogo Kerman Calvo en las recientes jornadas sobre reforma constitucional con perspectiva de género organizadas por la Fundación Giménez Abad en Zaragoza, el voto a Podemos es mayoritariamente masculino. Mientras que en el resto de partidos las diferencias de género no son significativas, salvo un pequeño sesgo femenino a favor del PSOE, en el caso de Podemos los datos del CIS sobre recuento de voto de las pasadas elecciones sitúan a los hombres en un 14,1% y a las mujeres en un 8,4%. A la expectativa de comprobar qué ocurrirá con la alianza con IU, parece más evidente que la “nueva política” no entusiasma de la misma manera a ellas que a nosotros. Tal vez porque la mitad femenina no puede dejar de sentir, como tantas veces a lo largo de la historia, que continúan siendo traicionadas en esta «supuesta» revolución. Algo a lo que sin duda está contribuyendo un estilo de estar en lo público muy masculinizado, agresivo y competitivo, que mal casa con la n

LOS HOMBRES COMO SUJETOS PROSTITUYENTES

“Todas las mujeres lleváis una puta dentro”, dice uno de los protagonistas de la película Jamón, jamón (Bigas Luna, 1992). Esta afirmación, tan representativa de lo que culturalmente supone el imaginario patriarcal, tendría lógicamente su reverso: “Todos los hombres llevamos un putero dentro”. Es decir, debería ser evidente que las putas existen porque hay hombres dispuestos a obtener sexo a cambio de dinero. Por lo tanto, el sujeto prostituyente debería convertirse en la referencia clave de cualquier análisis meramente riguroso que pretendamos hacer sobre un fenómeno que existe porque hay hombres que lo demandan. Este punto de partida nos obliga a abordar la prostitución como una cuestión de género y a centrar nuestra mirada en cómo la misma continúa siendo un escenario en el que desarrolla buena parte de la construcción social y política, y por lo tanto también simbólica, la masculinidad hegemónica. Esta mirada es más urgente que nunca en unas sociedades “formalmente iguales”

LAS DEBILIDADES DE LAS POLÍTICAS DE IGUALDAD DE GÉNERO EN ESPAÑA

El   Informe relativo a España que el Comité de Naciones Unidas sobre la Eliminación de la Discriminación contra las Mujeres hizo público el 24 de julio de 2015, si bien reconocía los esfuerzos hechos por el legislador español en el desarrollo y aplicación de la CEDAW, subrayaba como  las medidas de austeridad adoptadas desde 2008 con el pretexto de la crisis han tenido efectos negativos en todas las esferas de la vida de las españolas. El informe incidió  en dos cuestiones íntimamente interrelacionadas: 1ª) Las debilidades de buena parte de las políticas de igualdad adoptadas, muy singularmente de los instrumentos legislativos; 2ª) La supervivencia de unos patrones sociales y culturales que continúan prorrogando un orden patriarcal. A pesar de lo ambicioso de la mayoría de las leyes de igualdad aprobadas tanto por el Estado como por las Comunidades Autónomas, su virtualidad ha quedado en entredicho en un período en el que la estabilidad presupuestaria ha tenido más peso que el Es

LA CRUZ DE LA HOMOFOBIA

El sábado se casaron José Mª y Fran. Fue emocionante acompañarles en una noche que tuvo la grandeza de lo personal y el peso de lo simbólico. Gracias al feminismo he aprendido que lo personal es político y que por tanto cualquier gesto, cualquier paso, cualquier actitud, por íntima que la creamos, acaba incidiendo en el orden social que habitamos. Por eso, todos los que el sábado los acompañamos, más allá de compartir un rato de celebración de los afectos, estábamos, tal vez algunos de manera inconsciente, afirmándonos y reconociéndonos. Haciéndonos visibles en un mundo en el que todavía, a pesar de las muchas conquistas, es necesario seguir insistiendo en que la igualdad no es sino el reconocimiento de las diferencias. Y que la diversidad de afectos y de deseos no es más que la expresión de la riqueza de un ser humano que necesita ser liberado de binomios que lo enjaulan. Me habría encantado que el obispo de Córdoba y los párrocos que le siguen el juego hubieran estado el sábad

CONTRA LA LGTBIfobia, LA DISIDENCIA

Muchas y muchos, no solo Jesús Tomillero, estamos cansados de la homofobia. Lo relevante del árbitro gaditano es que haya dado el paso de hacerlo público y de rebelarse en un contexto, el del fútbol, que es tan prisionero de la heteronormatividad. En un mundo dominado aún por la masculinidad hegemónica del patriarcado, y en el que no deja de crecer de manera alarmante un neomachismo  al que da alas la lógica neoliberal triunfante, son más necesarios que nunca gestos como el de Jesús. Porque los chicos jóvenes carecen de otros referentes que superen el marco mayoritario y avasallador, de ejemplos de masculinidades alternativas y disidentes que muestren otros caminos posibles y que , sobre todo, pongan de manifiesto las patologías que genera la omnipotencia viril. Una virilidad que, no lo olvidemos, se construye negando lo femenino y, por tanto, interiorizando la homofobia como una parte esencial de los mandatos de género que nos convierten en hombres de verdad. Homofobia que finalmen

26 J: EL DÍA DE LA MARMOTA

Si pudiera me marcharía de este país en los próximos dos meses. Será insoportable aguantar una campaña electoral que realmente no ha cesado desde el pasado otoño. No habrá quien soporte el juego de culpas, el postureo mediático y la repetición de unos argumentos que son tan débiles como los líderes que se empeñan en mantenerlos. Llevo meses que al despertar y poner la radio tengo la sensación de hacerlo en el mismo día, como el protagonista de  Atrapado en el tiempo . Viendo como se repite una y otra vez el día de la marmota. Más allá de la indecencia que supondrá el gasto excesivo de una campaña que no aportará nada nuevo, las ciudadanas y los ciudadanos nos enfrentamos a la perversa paradoja que supone que los candidatos sean los mismos que han fracasado en la gestión de la encomienda que como electores les dimos. Es decir, se supone que tendremos que dar nuestro voto a unos individuos --y escribo en masculino porque estos meses han sido un buen ejemplo de cómo el poder sigue en

MATAR A LA MADRE

Al acercarse mayo en el calendario siempre recuerdo cuando mi hijo era más pequeño y en el colegio preparaba algún regalo para su madre. Más de una vez he pensado qué haría en tal circunstancia  el director de cine Xavier Dolan , del que hace unos días recuperé su primer largometraje. El canadiense, provocador y dotado de una capacidad brutal para no dejar indiferente al espectador, siempre ha estado preocupado por desenmascarar las estructuras más férreas de nuestra sociedad, muy especialmente la familia. Junto a su permanente indagación sobre los múltiples deseos y la diversidad afectivo/sexual, Dolan parece obsesionado por sacar a la luz las sombras de la relación madre-hijo. Recordemos    la madre del transexual en  Laurence anyways   (2012), la del hijo muerto en  Tom en la granja  (2013) o la protagonista absoluta de  Mommy   (2014) ,  su última película estrenada en España . En ésta, Dolan se centra en la difícil y apasionada relación entre una madre, Diane, y un hijo adol