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Mostrando entradas de diciembre, 2019

RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS: Superando la mirada ciclópea

Como explica Victoria Sendón en su libro La barbarie patriarcal, tenemos un ojo ciclópeo en el sentido de que históricamente todo ha sido visto desde una mirada androcéntrica.  De ahí, el poderoso orden simbólico patriarcal que es una de las raíces más profundas de las asimetrías de género. Por ello, es tan necesario contar con la mirada de mujeres creadoras que le den visibilidad y valor a esa parte del mundo y de la vida que los hombres no hemos valorado o que, simplemente, aporten su criterio sobre todo lo que nosotros hemos hecho a nuestra imagen y semejanza. La última película de Céline Sciamma supone un bellísimo ejemplo de superación de esa mirada ciclópea y de construcción de un relato que en pocas ocasiones ha sido contado. Dándole la vuelta al famoso libro de Siri Hustvedt, Retrato de una mujer en llamas podría haberse titulado Las mujeres que miran a las mujeres que miran a las mujeres. Porque más allá de la historia de amor y de pasión que la película nos cuenta, la q

GARI: EL HOMBRE QUE DEBERÍAMOS SER

Hay muchas razones para no perderse la serie que ha tramado Leticia Dolera . Aunque su título sea Vida perfecta , lo que realmente nos demuestra es que la imperfección es la regla general y que nuestros días no son más que una lucha permanente con las expectativas y los deseos que en el mejor de los casos solo cumplimos a medias. Una tarea que hoy por hoy, como bien comprobamos a través de las tres treintañeras que encarnan Celia Freijeiro , Aixa Villagrán y la misma Leticia Dolera , a las mujeres les resulta más complicado que a nosotros, entre otras cosas porque seguimos habitando un mundo hecho a nuestra imagen y semejanza. Un mundo en el que ellas suelen ser personajes secundarios en casi todos los relatos, carentes de entidad propia y con frecuencia ni siquiera dueñas de su sexualidad. Todo lo contrario a lo que vemos en las poco más de cuatro horas que dura esta historia y, en la que ellas son, o al menos intentan serlo, dueñas de sus vidas, de sus vaginas y de sus deseos.

LOS DOS PAPAS: Dos hombres que bailan un tango

Entre la comedia, la hagiografía y la fábula moral, Los dos Papas  recrea una imaginaria conversación entre Benedicto XVI y Francisco, la cual vendría hacer como el encuentro entre dos maneras de entender la Iglesia y casi, me atrevería a decir, el ser humano. En la historia imaginada que vemos en la pantlalla, los dos Papas que conviven en una de la situaciones más singulares de la historia del Vaticano pasan de la desconfianza inicial a la cercanía de quienes comparten pecados que confesar y debilidades con las que cargan a sus espaldas. Uno, Ratzinger, bajo la cobertura de una lucidez intelectual que sin embargo le hace confundir dogma con razón, y el otro, Bergoglio, con la desnudez de quien solo sabe de la praxis y los propios demonios. Fernando Mereilles recrea esta fantasía en una película cuidadísima desde el punto de vista estético y en la que permanentemente se subrayan las diferencias entre ambos protagonistas, incluso a través de las músicas que los definen. En este sent

DE OLAS Y DE ALAS

Como he escrito tantas veces, siempre he pensado que al nacer hubo varios pedacitos de mí que, desde el útero materno, se dispersaron por el mundo, mucho más allá del sur de Córdoba en el que mi madre me parió. De ahí mi alma viajera y mi permanente rebelión contra las ataduras. Es como si mi vida, desde que fui consciente de ello, no consistiera en otra cosa que en recorrer todos esos lugares en los que habita una parte de mí. Este viaje nunca tendrá fin porque, al tiempo que recupero un trozo perdido, otro queda prendido de algún árbol, de algún edificio o del mantel de un restaurante en el que he sido feliz. Uno de esos lugares, al que no dejo de volver desde que hace ya muchas décadas me abrazara con sus farolas blancas, es San Sebastián. Desde aquel verano de juventud indecisa, no he dejado de volver a este trozo de mar que parece tener un cordón umbilical con el que moja mis pies en Cádiz. El jueves pasado volví a la ciudad en la que un hombre se atrevió a besarme en la n

ILUMINADOS POR NAVIDAD

Siempre que pienso en la palabra luces pienso en la razón ilustrada, esa que tan misógina dejó sin iluminar a la mitad femenina de la Humanidad. La luz es para mí sinónimo de ventana que se abre, de amanecer cargado de promesas. Así se llamaba mi tía favorita, tan empeñada siempre en disfrutar de los placeres de la vida.   Ella, aunque hace ya años que voló hacia el mar de Nerja, me sigue iluminando con su varita de hada medio bruja.   A su lado siempre fui y soy una polilla curiosa. Y es que hay personas que son como bombillas: se enroscan girando en nuestros días y hacen que nuestra casa carezca de sombras.   Nos ayudan a ser únicos e irrepetibles. Las luces son justo lo contrario a la negación de nuestra individualidad. Gracias a ellas podemos construirnos como seres autónomos, sensiblemente inteligentes y siempre a la deriva que supone no creerse del todo los cuentos con que pretenden seducirnos los encantadores de serpientes. Nada de esa energía esperanzada encuentro en la

HISTORIA DE UN MATRIMONIO: De fracturas, amores y renuncias

Al igual que ocurre en la desgarradora novela Final feliz de Isaac Rosa, Historia de un matrimonio comienza en el momento de la fractura, cuando la crisis rompe lo que parecía una pareja idílica. Desde un primer intento de salvarse del naufragio de la manera más pacífica posible, y en el que asistimos a la presentación de lo que son y han sido Nicole y Charlie, el director Noah Baumbach nos adentra, sin sentimentalismos ni emociones de cartón piedra, en los tortuosos laberintos que se recorren cuando el amor salta por la ventana.   En este caso, el que unía a un genio masculino, un director de teatro, y una actriz que renunció a su prometedora carrera y acabó convertida en esposa y madre, además de alimentar la vitalidad del que parecía en todo caso llevar el timón de la historia. Nicole, a la que da vida una superlativa Scarlett Johansson, saca de su interior toda la angustia y la rabia acumulada durante años bajo la apariencia de un matrimonio feliz. Un clásico: “ Él no me veía

ASIER ETXEANDÍA: La sacerdotisa animal.

En El intérprete Asier Etxeandía nos demostró como el que fuera un niño raro se había convertido en un animal escénico. En aquel recorrido por sus fantasmas, que al mismo tiempo era una especie de salida del armario del artista que lleva dentro, pudimos comprobar que todo él – su garganta, sus piernas, su mirada – es una especie de diablo que en ocasiones se trasmuta en ángel. Aquella representación, que tenía mucho de exorcismo individual, aunque acabara como una celebración de la vida compartida, me dejó tan boquiabierto que, desde entonces, he seguido el rastro del bilbaíno como quien, como en un cuento, sigue las migajas de pan que otro ha ido dejando por el camino y va pisando baldosas amarillas hacia no sé muy bien dónde. Machos disidentes en la aventura de abolir los géneros. El fluido de la vida en el que tanto necesitamos de abrazos que nos salven de todo tipo de mastodontes. Mastodonte, como el mismo Asier explica entre canción y canción, es todo aquello que nos deja