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Mostrando entradas de mayo, 2023

LAS PERSONAS NO BINARIAS COMO FRONTERA

  Tal y como bien explica en su último e imprescindible libro Paul B. Preciado, vivimos  en un mundo “disfórico”, en el que buena parte de los paradigmas tradicionales que nos habían servido para definirnos se hayan en descomposición o, como mínimo, sometidos a una paulatina erosión. En este contexto incierto y complejo, muchas de las referencias que nos servían como espejo y como sostén están saltando por los aires. Estamos viviendo una fase que Almudena Hernando califica como “poshistoria”, un nuevo escenario en el que se están modificando las maneras de definirnos y de relacionarnos. No es solo que el suelo que pisamos se haya ido volviendo líquido, sino que los trajes que durante siglos nos sirvieron para revestir nuestra identidad se nos han ido quedando pequeños. Como en cualquier época de transición, las tensiones, las dudas y los disensos son inevitables. Ahí está como peligro evidente la reacción conservadora que postula el mantenimiento del orden tradicional, de las categoría

LAS OCHO MONTAÑAS: El frágil mapa de la masculinidad

El cine está lleno de historias en las que los protagonistas han sido dos hombres que habitualmente han corrido juntos aventuras de todo tipo. Es todo un género, las llamadas   buddy movies,  en el que durante décadas hemos visto forjarse relaciones de camaradas, eso sí, siempre a resguardo de que entre ellos circulara, salvo excepcionalmente, algo parecido a la afectividad. En este tipo de películas encontramos un perfecto tratado sobre cómo se construyen unas masculinidades patriarcales que parecen estar siempre haciendo un ejercicio de demostración pública de su importancia, aunque bajo esa superficie tan árida lo que haya sean cuerpos frágiles y almas en pena. Y es que a los hombres nos ha costado siempre construir vínculos afectivos entre nosotros. Somos especialistas en generar relaciones de camaradería, de competitividad, por no hablar de esos clubes en los que nos repartimos el poder o de las fratrías mediante las cuales nos reafirmamos en el fiel cumplimiento de las expectativ

TRIBUNAL CONSTITUCIONAL, ABORTO Y AUTONOMÍA DE LAS MUJERES

Hace apenas unos días el Tribunal Constitucional al fin hacía público el contenido de la sentencia con la que ha avalado la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo, de salud sexual y reproductiva y de interrupción voluntaria del embarazo . Batiendo todos los récords de su historia, el máximo intérprete de nuestra Constitución ha tardado nada más y nada menos que 13 años en dar respuesta definitiva a una de las proyecciones más esenciales de los derechos fundamentales leídos desde una perspectiva de género. De hecho, el fallo prácticamente se ha superpuesto a la entrada en vigor de   Ley Orgánica 1/2023 que reforma la anterior de 2010, lo cual ha provocado de hecho entre los magistrados una serie controversia, de esas densamente jurídicas que tanto gustan a los especialistas, sobre la pérdida de objeto del recurso con relación a varios artículos de la ley impugnada ahora ya modificados. Este largo periplo, en el que se han entremezclado de manera bochornosa tensiones partidistas y bloqueos d

LA CIUDAD SIN PORVENIR

En este mundo de problemas e incertidumbres globales, de crecientes desigualdades y de bucles que nos hacen repetir los mismos errores, lo local es una llave esencial para generar dinámicas de cambio. Para imaginar horizontes de posibilidad. Aunque formamos parte de un gigantesco ecosistema, los espacios donde cada día desenvolvemos nuestras vidas deberían ser el lugar de la política más radical. Es decir, de aquella que, yendo a las raíces de los problemas, de las injusticias y de los desequilibrios, fuera capaz de generar otras formas de relacionarnos, de cuidarnos y de sostenernos. Necesitamos, ahora más que nunca, como diría Victoria Camps, ciudades cuidadosas y para el cuidado. Un objetivo que requiere no solo un compromiso de las instituciones sino también una ética de la responsabilidad compartida por el vecindario. Aunque no nací ni viví mi infancia en Córdoba, llevo ya más décadas viviendo en ella que en mi pueblo natal. Vivo además en el casco histórico, un espacio que hace a

EL HIJO ZURDO: una serie que sacude, una novela que conmueve.

      Cuando hace prácticamente tres años leí  El hijo zurdo , tuve esa extraña sensación que te conmueve, que te sacude, solo muy excepcionalmente, y que es el fruto de una lectura que te lleva a territorios hondos, que te deslumbra y te interroga. Que te hace, además, sentir dolores, olores y emociones. Ya había leído  Diario de campo  y tenía la gran suerte de conocer a su autora, Charo Izquierdo, una de esas mujeres de las que siempre aprendo sin necesidad de que se suban a un púlpito para lanzar diatribas y sermones. En un momento de mi vida en que cada vez me cuesta más encontrar novelas que operen esa suerte de revelación que es la buena literatura, descubrir a Charo ha sido uno de los grandes regalos de la vida. Por todo lo que sus libros me cuentan y me interpelan, aunque también, y es lo más importante, por la suerte de saberla cercana y cómplice. En ese puente imaginario que conecta Córdoba y Sevilla a través a las redes y las palabras.   Compartí con ella la emoción de sabe

LAS VENTANAS ABIERTAS DE LUZ CASAL

He perdido ya la cuenta de cuántas veces he visto en directo a Luz Casal. Sí recuerdo perfectamente que la primera vez fue en mi pueblo, cuando yo asomaba a la adolescencia y ella triunfaba con Rufino. La extrañeza, entonces, y me temo que todavía hoy, de una mujer rockera. Después, y como si fuera parte de cada uno de los capítulos de mi vida, la he ido disfrutando a lo largo de las décadas, sintiéndome parte de sus boleros, de su pelo corto y de su diversos renaceres. Como ella también lo ha sido de mis disidencias, de mis noches en blanco, de mis sábanas sucias y de mis canas irremediables. He escuchado tantas veces a Luz en un escenario que en la memoria se me confunden discos, escenografías y emociones. Como si todos los conciertos fueran el mismo y a la vez distinto. Como si cada vez que he acudido a verla sintiera que era la primera vez que la veía romperse, deshacerse y descomponerse ante el público.    El pasado sábado, cuando volvió a Córdoba en el marco de la gira en la que

EL TRAJE COMO ARMADURA

  Virginia Woolf lo explicó hace un siglo en su indispensable   Tres guineas.  Los hombres hemos necesitado siempre de rituales a través de los cuales escenificamos nuestro poder y en los que la ropa ha sido esencial para confirmarnos como parte de la fratría. El traje masculino, que todavía sigue siendo una especie de uniforme civil en determinados contextos, ha estado ligado siempre a nuestras posiciones dominantes y a una cultura, la masculina, que también penetra en las mujeres y que perversamente les dice a ellas que si quieren triunfar han de actuar como hombres.   Pese a lo mucho que las mujeres han ido conquistado en el espacio público, no sin luchas ni resistencias, todavía hoy el poder sigue siendo mayoritariamente una cuestión de hombres. Los poderes políticos, y no digamos los económicos o tecnológicos, siguen respondiendo a una lógica masculina y masculinizada, que se reproduce a través de redes no siempre visibles mediante las cuales siempre nosotros nos mantenemos en una

VOLVER AL PADRE... para no ser como él

  “No escribo desde la ira, de eso ya he tenido toda una vida de lucha infinita e inextinguible. Soy batalla constante. Desde el exilio escribo; desde otra tierra, forastero, ajeno a mi país. Y desde mi obligada extranjería me pronuncio” Empecé a seguirle la pista cuando leí en varios medios las noticias sobre las denuncias que había provocado su obra en la que, con ostias consagradas en el suelo,   denunciaba la pederastia en la Iglesia Católica.   Desde ese momento se convirtió en un habitual de mis clases de Derechos Fundamentales cuando hablo de la libertades de expresión y creativa, y de lo inconsistente que es mantener en nuestro ordenamiento jurídico el delito de ofensa de los sentimientos religiosos. Supe mucho más de su historia a través de la imprescindible película de Isabel de Ocampo Serás hombre , la cual no dejo de recomendarla como punto de partida para una reflexión sobra la necesidad, la urgencia diría yo, de desmontar la masculinidad. Después de escribir sobre esa p