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Mostrando entradas de noviembre, 2014

TAMBIÉN ES COSA DE HOMBRES

Un reportaje publicado en el suplemento MUJERES de EL PAÍS SEMANAL(30 de noviembre de 2014) Enlace del reportaje: http://elpais.com/elpais/2014/11/28/eps/1417195145_917177.html

LO QUE QUEDA POR HACER DE LA LEY CONTRA LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Hace unas semanas se hacían públicos los resultados de un  i nforme realizado por el Instituto Andaluz de la Mujer  en el que se vuelve a poner de manifiesto la pervivencia de convicciones machistas entre nuestros jóvenes. Por ejemplo, se revela que uno de cada cuatro adolescentes andaluces entienden que la mujer debe permanecer en su casa, o que un 10% estima que es el hombre el que debe tomar las decisiones importantes en la pareja. A estos datos podríamos sumar todos los que demuestran como está creciendo  la violencia de género entre adolescentes  o como  las nuevas tecnologías  se están convirtiendo en un escenario tremendamente cruel en el que se  alimentan las desiguales relaciones de poder entre chicos y chicas. Este conjunto de evidencias, junto a las más explícitas y terribles que no son otras que las cifras de mujeres asesinadas año tras año, deberían alarmarnos a todas y a todos, ciudadanía y poderes públicos, y deberían obligarnos a una urgente reflexión sobre la

EL AMOR NO PUEDE SER UN CANDADO

Las fronteras indecisas Diario Córdoba, 24-11-2014 El amor como un candado. El grillete que ha de mantenernos unidos, a ser posible de por vida, en el sueño de un ideal que hemos envidiado en tantas novelas, películas y canciones. El candado como vulgar metáfora con la que insistimos en demostrar la imposible compatibilidad de nuestros latidos con los grilletes. Metales que se oxidan mientras cumplen la inútil tarea de querer enjaular un órgano que o tiene alas o deja de sentirse vivo. El amor es ciego, quien bien te quiere te hará llorar, sin ti no soy nada, amar significa no tener que decir lo siento, all you need is love. O un hombre que te quiera y te tenga llenita la nevera. Arrebatador. En estas sociedades cada vez más líquidas, y en las que somos prisioneros de la terrible contradicción entre la fluidez de los acontecimientos y la pesadez de los múltiples mecanismos que controlan nuestra libertad, seguimos siendo en gran medida esclavos de una concepción del amor plagad

LUZ, UN PEDAZO DE CIELO

Siempre que escucho a Luz en directo tengo la sensación de que me/nos regala, como dice una de sus más bellas canciones, un pedazo de cielo.  Es tal la fuerza, la energía que desprende, la luminosidad con la que llena el escenario, que es imposible no salir de sus conciertos con ganas de seguir peleando por la vida. Algo que hoy, en este domingo que ya acaba, y en el que he celebrado mi cumpleaños, ha cobrado si cabe más valor aún. Escucharla, pero también celebrar con ella la vida con un fuerte abrazo, ha sido un regalo que nunca olvidaré. Y que sumaré a los muchos momentos que, sin saberlo, Luz ha ido ocupando en mi biografía. Desde que casi adolescente bailé con ella al ritmo de Rufino  hasta sus últimas y delicadísimas interpretaciones en italiano y en francés en su reciente Almas gemelas. Entre medias, toda una vida de amores y desamores, de encuentros y desencuentros, de muertes y resurrecciones, de sol, al fin el sol, que siempre vuelve a salir. Y,  de banda sonora, muchas de

HERIDAS

Los rastros que va dejando en el cuerpo y en el alma de otros, y muy especialmente de otras , el depredador patriarcal saben a sangre pero también a sal amarga. Son heridas que dejan el cuerpo lleno de cicatrices pero también un alma agujereada que ya difícilmente podrá ponerse a resguardo de la lluvia y demás inclemencias de la vida.  Las vidas de Grace  nos habla de esos rastros y de esas heridas. De las dificultades de dos mujeres para superar la losa de un padre que abusó de ellas y las hizo vivir en el infierno. Grace es la supervisora de un centro de acogida de menores en el que trata precisamente de hacer con ellos lo que ella no consigue hacer con sí misma: romper con los fantasmas del pasado y ayudarles a que les crezcan alas. La llegada al centro de Jayden, una joven inteligente y huraña, víctima similar a como lo fue Grace, hará que ésta recobre el valor perdido y sea capaz de enfrentarse al fin a un pasado que el está impidiendo vivir gozoso el presente. Esta hermo

LA ENREDADERA

Cuando la enredadera de la corrupción empieza a subir por los muros de nuestras instituciones más cercanas, tal vez haya llegado el momento de que nos preguntemos si, además del sistema democrático, también nosotros mismos estamos aquejados de males similares.  Es decir,  sería conveniente analizar si también la ciudadanía hemos sido y somos cómplices de un sistema que ampara corruptelas con tanta facilidad.  Yo entiendo que lo hemos sido y no solo porque durante décadas adoptamos una actitud pasiva e irresponsable con respecto a lo público, sino también porque en nuestro devenir cotidiano hemos dado por bueno un modelo basado en la lógica del "quien no corre, vuela", "tonto el último" o "quien hizo la ley hizo la trampa". Es decir, somos también todos nosotros los que hemos ido reproduciendo actitudes y prácticas que nos han situado en muchos casos  fuera de la legalidad y en otros, como mínimo, en posiciones éticas muy discutibles. Algo que cae por

PODEMOS, GANEMOS, SOMOS

Las fronteras indecisas Diario Córdoba , 10-11-2014 La primera persona del plural es inclusiva y nos remite a lo colectivo, a la diversidad que confluye, a lo múltiple que sin embargo es cercano y hasta nuestro. Frente al individualismo egoísta de la primera persona y la distancia inevitable de la segunda, el nosotros nos fortalece, nos permite superar debilidades, nos alienta incluso cuando las fuerzas flaquean y el horizonte parece huir a velocidad de vértigo. El nosotras y el nosotros sirve para reconocernos y para alimentarnos. Nos inspira pero también nos coloca ante el espejo, es decir, es emancipador pero también exigente. Nosotras y nosotros, esa primera persona del plural, o sea, la ciudadanía, llevamos años sumando rabia, indignación y desconcierto. Hemos asistido primero desde la pasividad, y más tarde desde la impotencia, al deterioro progresivo de un sistema que ha ido perdiendo el nervio de las convicciones y que se ha instalado en la insolencia de las oligarquía