"El mundo lo construye el desamor. Porque cuando uno está enamorado no quiere hacer nada más que estar mirándose a los ojos y escuchar música. El tiempo no es dinero cuando está enamorado. Por eso, la ecuación fundamental del mundo capitalista - tiempo igual a dinero - no es así cuando uno está verdaderamente enamorado. Siempre pienso que el estado de enamoramiento es improductivo , socialmente hablando. Proque lo único que produce el amor es placer y el placer no cotiza. Por eso el Estado tiene sumo interés en controlar esa fuerza, esa fuerza del caos, el caos que trae el sexo y que hay que controlarlo porque lo que quiere toda sociedad que se precie es la productividad. Y el amor sólo produce éxtasis. Esto ya lo vio el Marqués de Sade: el sexo puede cambiar una sociedad"
Cristina Peri-Rossi
Cristina Peri-Rossi
Siempre se han querido "geometrizar las pasiones", ya lo decía Remo Bodei en un magnífico estudio y Foucault en su "Historia de la Sexualidad". Efectivamente el amor es peligroso para un concepto de desarrollo devastador, porque es un acto de fe, no ve, es ciego; impone a la realidad una ineluctable escisión, una visión sesgada, daleada y por lo tanto queer, como el corte ocular de "Un perro andaluz". Estar enamorado (no se puede SER enamorado) es un acto de fe y por lo tanto es ajeno a toda visión práctica y constructiva. Es arriesgado, es dar algo que no se tiene a alguien que no existe. Toda una insensatez pertinente y necesaria en el capitalismo agonizante que corre.
ResponderEliminarEl amor... y el deseo... El Estado, el poder, siempre ha intentado controlar el deseo, someterlo a reglas. Es una de las bases del patriarcado y de la homofobia. El amor desestabiliza. El matrimonio ordena. De ahí que buena parte de la luchas de las mujeres haya sido, y sea todavía hoy, por tener el control de su cuerpo, de su sexualidad, de su deseo. POr eso es tan criticable que desde opciones sexuales históricamente perseguidas se defiendan opciones que tiene que ver más con el orden que con el amor.
ResponderEliminarEs cierto, eso de "la higiene social", pero creo que hoy en algunos espacios el objeto de la discusión se ha desplazado hacia las identidades. Quizá podría hacerse una evolución: prácticas sexuales (Freud y otros)- políticas del cuerpo(Foucault)e identidades.
ResponderEliminarCreo que el amor no es tanto mirarse como mirar juntos en la misma dirección.
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