De las muchas lecturas que es posible extraer de la magnífica película Whiplash ( Damien Chazelle, 2014), me quedo con como, a través del personaje del brutal profesor Terence Fletcher, interpretado por un J.K. Simmons de Oscar, se nos presenta un modelo de masculinidad que se corresponde fielmente a la normativa del heteropatriarcado. La película nos cuenta la historia de un joven batería de jazz (Miles Teller), terriblemente obsesionado por convertirse no en un buen músico, sino en el mejor, aunque eso le cueste literalmente sangre y dolor. Su tensa relación con Terence, con el que establece una especie de duelo en el que entran en juego la pasión del joven y el perfeccionismo del maestro, nos muestra como la socialización mayoritaria de los varones tiene que ver con un modelo que sigue explotando los estereotipos. Una explotación que llega al máximo en contextos como en el que se desarrolla la película, en el que cualquier sacrificio del protagonista parece poco con tal de c...
Cuaderno de bitácora de Octavio Salazar Benítez