HER, Spike Jonze, 2013 Anoche todos nos quedamos varias horas sin whatsapp. El sistema operativo se cayó y muchos nos sentimos aislados, perdidos, como si de repente nos hubieran arrancado del mundo y flotáramos a la deriva. Cuando volvió a funcionar, estoy seguro que muchos, entre ellos yo, respiramos aliviados, recompusimos las fracturas y volvimos a sentirnos acompañados. Aunque incluso nadie en ese momento contestara a nuestro emoticono sonriente o nos devolviera la flor que le habíamos enviado. Estamos empezando a vivir un mundo, que tal vez culmine en el futuro que nos relata Jonze en su última película, en el que las fronteras entre lo real y lo virtual se diluyen. Es tal nuestra dependencia de las nuevas tecnologías, la necesidad de estar siempre conectados y en comunicación con los demás a través de un chat o de una red social, que no se trata de que vivamos realidades paralelas, sino de que ambos mundos forman solo uno. Y puede que incluso el virtual acabe sien...
Cuaderno de bitácora de Octavio Salazar Benítez