"La esperanza se encuentra en ocasiones desasida, como flotando sobre todo acontecimiento, sobre todo ser concreto, visible, ella sola, la esperanza sin más ” María Zambrano Entre las grandes fortunas que me regala mi trabajo universitario está la oportunidad de tener cada curso delante de mí jóvenes que tanto me enseñan del mundo que estamos viviendo. Con el paso de los años me he ido dando cuenta de que una de las claves que diferencian al buen del mal profesor radica en nuestra capacidad de ponernos en el lugar de ellos, es decir, en la habilidad, siempre compleja e imperfecta, de tender puentes y escuchar. En ese intento ando curso tras curso y debo reconocer que cada vez me cuesta más porque voy sumando más dificultades para traducir el lenguaje que ellos y ellas hablan y el que yo aprendí en una realidad que no era digital. Últimamente, además, esta tarea se va haciendo más cuesta arriba porque percibo en mi alumnado una desesperanza que no solo los paraliza sino que...
Cuaderno de bitácora de Octavio Salazar Benítez