Las fronteras indecisas Diario Córdoba, 30-9-2013 Empiezo mis clases con el mismo cosquilleo nervioso que la primera vez, entusiasta ante la enorme responsabilidad que asumo, deseoso de transmitir a mi alumnado eso que la doctrina llamó el "sentimiento constitucional" y, sobre todo, la necesidad, ahora más que nunca, de contar con sus mentes despiertas y comprometidas. Les recuerdo que el saber y la inteligencia es también cuestión de entrenamiento, de trabajar al máximo los músculos del alma y de no aceptar la realidad como un dogma sino como un campo de batalla en el que las armas son las preguntas. Les insisto en que me gustaría que fueran hombres y mujeres rebeldes, porque, como bien sentencia Philip Roth, "el pensar es la mayor transgresión de todas" y "el pensamiento crítico es la subversión definitiva". Pese al entusiasmo que me impulsa cada septiembre, este año me cuesta más que nunca transmitirles la pasión por unos valores que nos amparan ...
Cuaderno de bitácora de Octavio Salazar Benítez