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Mostrando entradas de septiembre, 2024

JUSTICIA ARTIFICIAL VS. JUSTICIA HUMANA: Un falso dilema.

Este viernes se estrenó   Justicia artificial , una coproducción hispanoportuguesa que nos sitúa en un cercano 2028 en el que el gobierno de nuestro país, al fin presidido por una mujer, convoca un referéndum con el fin de introducir en la Constitución la inteligencia artificial como pieza clave de nuestra     Administración de Justicia. Una jueza, Carmen Costa, encarnada con solvencia y con la frialdad que le exige el personaje por Verónica Echegui, se verá envuelta en una trama propia de un thriller, en la que tendrá que lidiar con los intereses políticos y los de la empresa encargada del sistema que pretende sustituir a juezas y jueces. Nada de utopía ni de pesadilla descabellada. Por el contrario, y a diferencia de otras películas que ya han tenido como protagonista a la IA, la de Simón Casal plantea un debate que hoy es central en muchos contextos jurídicos. Un debate que debería interesarnos en cuanto ciudadanía ya que son nuestros derechos, y sus garantías, lo que está en juego.

CORDOBESAS, Y TRANSGRESORAS, EN LA RESIDENCIA DE SEÑORITAS

  A menudo, y paradójicamente, pareciera que olvidamos que la memoria democrática tiene también que ver con visibilizar lo oculto, con situar en el centro del texto lo que durante largo tiempo quedo en los márgenes o en las notas a pie de página. Las mujeres, excluidas durante siglos de la ciudadanía, y las más vulnerables en los momentos críticos de negación de las libertades, saben mucho de esos procesos de negación. De ahí la necesidad de incorporar su memoria a los procesos narrativos de lo colectivo y a los imaginarios simbólicos que han construido el “nosotros”. Una tarea radicalmente política que nos permite construir no solo una genealogía feminista sino también completar la democrática. El portentoso trabajo de la historiadora  Encarnación Lemus , titulado  Ellas. Las estudiantes de la Residencia de señoritas , que obtuvo con todo merecimiento el Premio Nacional de Historia 2023, es una de esas obras que suman en el proceso, apenas iniciado en nuestro país, de rescatar la memo

EL 47 o el valor de la comunidad

  Hay muchas cosas que me gustan de la nueva película de Marcel Barrena. Si bien sus dos anteriores obras – 100 metros, Mediterráneo – me parecieron correctas y bienintencionadas, había en ellas un cierto esquematismo y una falta de riesgo que hizo que las olvidara en cuanto que terminé de verlas. No ha sucedido lo mismo con El 47 , la cual sigue dándome vueltas en la cabeza tras haberla disfrutado gracias a esa magnífica y ocurrente idea de los Cines del Tablero consistente en asistir a una proyección secreta, es decir, sin saber qué te vas a encontrar cuando te sientas delante de la pantalla. En este caso, disfruté con una película que guarda un perfecto equilibrio entre lo narrativo y el compromiso político, que maneja con inteligencia las emociones y que, además de una más que notable recreación de un determinado momento de la historia reciente de nuestro país, nos recuerda algunas claves que parece que hubiéramos olvidado en este siglo de democracia de trincheras. La película r

PATERNIDADES EN TRÁNSITO, HOMBRES POR TRANSFORMAR

  La redefinición de la paternidad está propiciando cambios esperanzadores, pero también plantea interrogantes. ¿Por qué se premia a los hombres por asumir responsabilidades que las mujeres han desempeñado siempre sin que se les diera valor? ¿No estamos cayendo en una especie de “mística” de las nuevas paternidades que mantiene a los hombres en el privilegio? Se trata de cambiar las reglas del juego para construir una democracia realmente paritaria. El pasado año el escritor Andrés Neuman publicó un hermosísimo libro titulado  Umbilical , en el que ponía palabras a la experiencia de la paternidad y daba visibilidad a su lugar en un proceso que siempre ha sido narrado desde la experiencia femenina. En una entrevista concedida con motivo de la publicación, explicaba: “He escuchado a muchas madres, para ensanchar mi propio rol, que no es el mismo que el de la madre pero es más cercano, íntimo e instintivo de lo que creía. Los hombres estamos en un momento de escuchar, de escuchar doble, p

VOLVERÉIS. El último constructo de Jonás Trueba, el fabulador.

  Hay algo en el cine de Jonás Trueba que me impide disfrutar plenamente de sus historias e identificarme con sus personajes. Por más que reconozca los hallazgos de sus guiones, sus maneras clásicas de rodar o la singularidad de sus retratos generacionales, siempre tengo la sensación con sus películas de estar ante una mezcla de constructo y fábula. El primero, según el diccionario de la RAE, es   “una construcción teórica para comprender un problema determinado” .   La segunda nos remite a un breve relato ficticio con intención didáctica, que con frecuencia va acompañado de una moraleja (en este caso, claro, la propia de un tipo culto e hijo de una izquierda aburguesada y hasta cierto punto elitista). Me distancia de la pantalla esa suerte de elaboración intelectual que él disfruta haciendo explícita, plasmada en infinidad de citas y referencias literarias y cinéfilas, como si más que ante una producción cinematográfica estuviéramos ante la tesis de un doctorando empollón.  Todo ello