Una de las estrategias que el neomachismo está desarrollando en los últimos tiempos con el doble objetivo de deslegitimar al feminismo y mantener a salvo los privilegios de la mitad masculina es la confusión. Como además se ponen en cuestión temas sobre los que cualquiera se siente con derecho a opinar, resulta extremadamente fácil confundir los términos, mezclar conceptos y generar un estado de opinión en el que nada es lo que parece. Si una de las principales herramientas de la vindicación feminista ha sido justamente la conceptualización precisa de las realidades derivadas de un sistema de poder – el patriarcado – y de una ideología – el machismo -, parece que estos tiempos de inmediatez y espectáculo la manera más socorrida de poner freno a determinadas conquistas es generar un perverso estado de opinión a partir de términos imprecisos y afirmaciones que nos descolocan. Por eso, y porque muy especialmente en materia de feminismo las ignorancias son más atrevidas que en cu...
Cuaderno de bitácora de Octavio Salazar Benítez