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Mostrando entradas de 2019

RETRATO DE UNA MUJER EN LLAMAS: Superando la mirada ciclópea

Como explica Victoria Sendón en su libro La barbarie patriarcal, tenemos un ojo ciclópeo en el sentido de que históricamente todo ha sido visto desde una mirada androcéntrica.  De ahí, el poderoso orden simbólico patriarcal que es una de las raíces más profundas de las asimetrías de género. Por ello, es tan necesario contar con la mirada de mujeres creadoras que le den visibilidad y valor a esa parte del mundo y de la vida que los hombres no hemos valorado o que, simplemente, aporten su criterio sobre todo lo que nosotros hemos hecho a nuestra imagen y semejanza. La última película de Céline Sciamma supone un bellísimo ejemplo de superación de esa mirada ciclópea y de construcción de un relato que en pocas ocasiones ha sido contado. Dándole la vuelta al famoso libro de Siri Hustvedt, Retrato de una mujer en llamas podría haberse titulado Las mujeres que miran a las mujeres que miran a las mujeres. Porque más allá de la historia de amor y de pasión que la película nos cuenta, la q

GARI: EL HOMBRE QUE DEBERÍAMOS SER

Hay muchas razones para no perderse la serie que ha tramado Leticia Dolera . Aunque su título sea Vida perfecta , lo que realmente nos demuestra es que la imperfección es la regla general y que nuestros días no son más que una lucha permanente con las expectativas y los deseos que en el mejor de los casos solo cumplimos a medias. Una tarea que hoy por hoy, como bien comprobamos a través de las tres treintañeras que encarnan Celia Freijeiro , Aixa Villagrán y la misma Leticia Dolera , a las mujeres les resulta más complicado que a nosotros, entre otras cosas porque seguimos habitando un mundo hecho a nuestra imagen y semejanza. Un mundo en el que ellas suelen ser personajes secundarios en casi todos los relatos, carentes de entidad propia y con frecuencia ni siquiera dueñas de su sexualidad. Todo lo contrario a lo que vemos en las poco más de cuatro horas que dura esta historia y, en la que ellas son, o al menos intentan serlo, dueñas de sus vidas, de sus vaginas y de sus deseos.

LOS DOS PAPAS: Dos hombres que bailan un tango

Entre la comedia, la hagiografía y la fábula moral, Los dos Papas  recrea una imaginaria conversación entre Benedicto XVI y Francisco, la cual vendría hacer como el encuentro entre dos maneras de entender la Iglesia y casi, me atrevería a decir, el ser humano. En la historia imaginada que vemos en la pantlalla, los dos Papas que conviven en una de la situaciones más singulares de la historia del Vaticano pasan de la desconfianza inicial a la cercanía de quienes comparten pecados que confesar y debilidades con las que cargan a sus espaldas. Uno, Ratzinger, bajo la cobertura de una lucidez intelectual que sin embargo le hace confundir dogma con razón, y el otro, Bergoglio, con la desnudez de quien solo sabe de la praxis y los propios demonios. Fernando Mereilles recrea esta fantasía en una película cuidadísima desde el punto de vista estético y en la que permanentemente se subrayan las diferencias entre ambos protagonistas, incluso a través de las músicas que los definen. En este sent

DE OLAS Y DE ALAS

Como he escrito tantas veces, siempre he pensado que al nacer hubo varios pedacitos de mí que, desde el útero materno, se dispersaron por el mundo, mucho más allá del sur de Córdoba en el que mi madre me parió. De ahí mi alma viajera y mi permanente rebelión contra las ataduras. Es como si mi vida, desde que fui consciente de ello, no consistiera en otra cosa que en recorrer todos esos lugares en los que habita una parte de mí. Este viaje nunca tendrá fin porque, al tiempo que recupero un trozo perdido, otro queda prendido de algún árbol, de algún edificio o del mantel de un restaurante en el que he sido feliz. Uno de esos lugares, al que no dejo de volver desde que hace ya muchas décadas me abrazara con sus farolas blancas, es San Sebastián. Desde aquel verano de juventud indecisa, no he dejado de volver a este trozo de mar que parece tener un cordón umbilical con el que moja mis pies en Cádiz. El jueves pasado volví a la ciudad en la que un hombre se atrevió a besarme en la n

ILUMINADOS POR NAVIDAD

Siempre que pienso en la palabra luces pienso en la razón ilustrada, esa que tan misógina dejó sin iluminar a la mitad femenina de la Humanidad. La luz es para mí sinónimo de ventana que se abre, de amanecer cargado de promesas. Así se llamaba mi tía favorita, tan empeñada siempre en disfrutar de los placeres de la vida.   Ella, aunque hace ya años que voló hacia el mar de Nerja, me sigue iluminando con su varita de hada medio bruja.   A su lado siempre fui y soy una polilla curiosa. Y es que hay personas que son como bombillas: se enroscan girando en nuestros días y hacen que nuestra casa carezca de sombras.   Nos ayudan a ser únicos e irrepetibles. Las luces son justo lo contrario a la negación de nuestra individualidad. Gracias a ellas podemos construirnos como seres autónomos, sensiblemente inteligentes y siempre a la deriva que supone no creerse del todo los cuentos con que pretenden seducirnos los encantadores de serpientes. Nada de esa energía esperanzada encuentro en la

HISTORIA DE UN MATRIMONIO: De fracturas, amores y renuncias

Al igual que ocurre en la desgarradora novela Final feliz de Isaac Rosa, Historia de un matrimonio comienza en el momento de la fractura, cuando la crisis rompe lo que parecía una pareja idílica. Desde un primer intento de salvarse del naufragio de la manera más pacífica posible, y en el que asistimos a la presentación de lo que son y han sido Nicole y Charlie, el director Noah Baumbach nos adentra, sin sentimentalismos ni emociones de cartón piedra, en los tortuosos laberintos que se recorren cuando el amor salta por la ventana.   En este caso, el que unía a un genio masculino, un director de teatro, y una actriz que renunció a su prometedora carrera y acabó convertida en esposa y madre, además de alimentar la vitalidad del que parecía en todo caso llevar el timón de la historia. Nicole, a la que da vida una superlativa Scarlett Johansson, saca de su interior toda la angustia y la rabia acumulada durante años bajo la apariencia de un matrimonio feliz. Un clásico: “ Él no me veía

ASIER ETXEANDÍA: La sacerdotisa animal.

En El intérprete Asier Etxeandía nos demostró como el que fuera un niño raro se había convertido en un animal escénico. En aquel recorrido por sus fantasmas, que al mismo tiempo era una especie de salida del armario del artista que lleva dentro, pudimos comprobar que todo él – su garganta, sus piernas, su mirada – es una especie de diablo que en ocasiones se trasmuta en ángel. Aquella representación, que tenía mucho de exorcismo individual, aunque acabara como una celebración de la vida compartida, me dejó tan boquiabierto que, desde entonces, he seguido el rastro del bilbaíno como quien, como en un cuento, sigue las migajas de pan que otro ha ido dejando por el camino y va pisando baldosas amarillas hacia no sé muy bien dónde. Machos disidentes en la aventura de abolir los géneros. El fluido de la vida en el que tanto necesitamos de abrazos que nos salven de todo tipo de mastodontes. Mastodonte, como el mismo Asier explica entre canción y canción, es todo aquello que nos deja

Carta a los reyes de los países, de las casas y de las calles: a los hombres

Querido Abel, En apenas dos días cumplirás 18 años y te convertirás en ciudadano de pleno derecho. Legalmente habrás superado la minoría de edad, aunque yo sé que todavía, en muchos aspectos, sigues siendo un niño. Un niño/hombre que tiene la gran suerte de vivir en un país democrático, en el que una Constitución te garantiza los derechos fundamentales y en el que nos ha costado mucho consolidar una sociedad pluralista, esa que ahora algunos están poniendo en peligro. Nunca olvides que tus bisabuelas vivieron en una España en la que no podían votar, ni que tus abuelas tenían un DNI en el que decía que se dedicaban a sus labores, ni que tu madre, incluso tu madre, tuvo que pelear mucho para dedicarse a lo que a ella siempre le apasionó. No pierdas de vista que has tenido la suerte de nacer hombre y eso todavía hoy te convierte en un sujeto privilegiado y que nunca va a sufrir las violencias que son producto del machismo. Justamente por eso, ahora que cumples 18, deberías tomar con

HOMBRES DE NOVIEMBRE

Fue en 1981, en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, celebrado en Colombia, cuando se decidió marcar el 25 de noviembre como Día Internacional contra la violencia hacia las mujeres, en recuerdo del asesinato de las hermanas Mirabal.  En 1999, Naciones Unidas asumió la jornada que así empezó a tener carácter global. Desde entonces, y lamentablemente, cada mes de noviembre se multiplican los actos y las manifestaciones que nos recuerdan los millones de mujeres que continúan siendo víctimas de violencias machistas. Sin embargo, para mí noviembre tiene la energía renovadora que suponen los comienzos o, como mínimo, la inquietud creativa que supone cerrar un capítulo y abrir otro. Un 23 de noviembre mi madre me parió en Cabra y casi 3 décadas después, y con solo cuatro días de diferencia, mi hijo nació en Córdoba. Casi compartimos pues día de celebración que en los últimos años casi siempre me ha coincidido con algún acto en torno al 25N. En este 2019, en el que yo

LA MASCULINIDAD COMO PROBLEMA

El inicio el próximo lunes del juicio por presunto abuso sexual de una chica en Pozoblanco por parte de cuatro de los integrantes de La Manada de Pamplona hará que volvamos a iluminar una realidad que durante mucho tiempo ha sido invisible. Más allá del debate sobre la urgente reforma del Código Penal, que evite las perversas distinciones entre abuso y agresión sexual, y ante el aumento alarmante de este tipo de delitos ejecutados por varios hombres a la vez, se impone una reflexión seria sobre qué modelo de masculinidad, y a su vez de sexualidad masculina, seguimos alimentando en las sociedades contemporáneas. Porque seguiremos equivocando las estrategias mientras que solo nos fijemos en las víctimas, a las que, por supuesto, hay que proteger y reparar el daño causado, y olvidemos a quienes son responsables de dichas violencias. El único rasgo que comparten los responsables de las múltiples violencias que afectan a la mitad femenina de la ciudadanía es el hecho de ser hombres. Lo

PEDRO Y PABLO: Dos hombres que se abrazan

Los hombres somos poco dados a abrazarnos. O, mejor dicho, en vez de hacerlo nos damos golpes en la espalda, casi avasallamos al otro en vez de acogerlo con nuestros brazos, nos resistimos a que nuestros cuerpos se toquen.  Nuestros abrazos suelen ser una manera de confirmar que somos partes de la fratría. Educados en la huida de lo femenino, procuramos que nuestros afectos no se noten en demasía. Eso sí, nos apretamos las manos con fuerza (con más fuerza cuantas más fotos) y nos golpeamos la espalda para sellar nuestros pactos. Fíjense en cómo nuestras escasas muestras de afectividad en público tienen que ver con la demostración de nuestros logros, de nuestras conquistas, de lo que, habitualmente entre nosotros (ellas siguen siendo “el otro”) acordamos para que de ninguna manera el poder se nos escurra entre los dedos. Así dejamos en evidencia, ante nosotros mismos y ante los demás, que el patriarcado es realmente, como afirma Rosa Mª Rodríguez Magda, un fratriarcado. El abrazo

PARÁSITOS: Violento olor a desigualdad

La desigualdad crea monstruos. Y los monstruos, violencia. Habitamos un mundo en el que se han ido diluyendo los términos medios, los espacios de contención, los lugares en los que era posible un cierto equilibrio. Vivimos en extremos que luchan, con la cabeza llena de pájaros que, en en vez de imaginar, nos llevan a situarnos en trincheras. El capitalismo salvaje nos inyecta deseos en vena y nos convierte en mercenarios. Es fácil venderse al mejor postor, creerse libre aunque solo poseamos el margen de libertad que el mercado nos permite,   desatar las pasiones más humanas en una selva donde solo sobrevive el más listo, el más atrevido, el más ambicioso, el que más y mejor desea. Parásitos, la película con que el coreano Bong Joon-ho nos remueve las tripas,   es una despiadada, cruel y a ratos divertida parábola sobre como hoy sigue estando en vigor lo que, de manera un tanto viejuna para algunos, podríamos llamar lucha de clases. La que sigue provocando chispas entre los só

LA TRINCHERA INFINITA: Memoria, amor y armarios

La memoria democrática es mucho más que desenterrar a Franco y llevarlo al lugar donde siempre tuvo que estar. Implica, en primer lugar, hacer justicia con quienes siguen sin tumba digna y, por tanto, sin un lugar nombrado en la historia. Pero también el derecho a la memoria, porque entiendo que es un derecho sin el que no es posible construir una ciudadanía democrática, supone dar visibilidad a los relatos que nunca la tuvieron, retomar el hilo de tantas historias que quedaron en las cunetas, romper los silencios que en este país cavaron tantas fosas y agujeros. Es decir, el derecho a la memoria exige abrir muchos armarios en los que durante décadas estuvieron encerradas vidas y amores, soledades y utopías. La trinchera infinita, esa hermosísima película cocinada a fuego lento por  Jon Garaño ,  Jose Mari Goenaga  y  Aitor Arregi ,   es una pieza más de ese relato compartido, de esas notas a pie de página que siguen sin aparecer en los manuales que estudian nuestros hijos y nu

RAZONES Y EMOCIONES PARA VOTAR

Después de varias semanas dudando qué hacer el próximo 10 de noviembre, de repente se despejaron mis dudas, por más que persistan el cabreo, la desilusión y la poca esperanza. Cuando algunas calles de Barcelona ardían, y mientras que en otras miles de ciudadanos y de ciudadanas de Cataluña se manifestaban pacíficamente, yo tenía la gran suerte de participar en la rueda de hombres contra la violencia machista organizada en Valladolid. Hace unos meses, ASIES (Asociación Igualdad es Sociedad) me había pedido redactar el manifiesto que fue leído en todos los municipios que se sumaron a la iniciativa. Una vez más, fue emocionante comprobar cómo los hombres se posicionaban y cómo, aunque todavía con la timidez y la cautela de quien ha iniciado el proceso de mirarse como ser privilegiado ante el espejo, han empezado a entender que sin feminismo no hay democracia posible. Las emociones políticas vividas en Valladolid fueron decisivas para entender que no podía renunciar a ejercer mi derec

QUERER NO SIEMPRE ES PODER

Leticia Dolera  reúne todas las características para ser odiada, envidiada y sometida a esos rigurosos escrutinios que solo sufren las mujeres que osan ocupar el espacio público y que además pretenden hacerlo con autoridad. Es inteligente, es valiente, es atractiva y, sobre todo, no esconde sus contradicciones, sino que se interroga permanentemente sobre ellas y hace por tanto que los demás también lo hagamos. Había pues condicionantes más que suficientes, sin contar con  la polémica que en su momento ocasionó la no contratación  de una actriz embarazada, para que la serie de la que ella ha sido principal artífice fuera recibida con las uñas bien afiladas. Sin embargo, mucho me temo que, gustos aparte, va a resultar complicado ponerle un pero a  un producto audiovisual hecho con inteligencia y ternura . Vida perfecta  consigue en apenas ocho horas ofrecernos un retrato completo y emocionante de  las encrucijadas en las que se encuentran las mujeres en general  y muy en particula