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Mostrando entradas de octubre, 2022

GIRASOLES SILVESTRES, o mejor, DOMESTICADOS

  Hay algunas cosas que me gustan de la última película de Jaime Rosales y otras muchas que no. Supongo que, en general, lo que menos me gusta de Girasoles silvestres es que me da la impresión de que ha querido retratar unas realidades que solo conoce de oídas, y ni siquiera la presencia de Bárbara Díez en el guion ha conseguido rematar con éxito con la faena. Una historia que podría haber sido un retrato lúcido sobre las masculinidades del siglo XXI y, sobre todo, de cómo vivimos el divorcio entre esos hombres que las mujeres buscan y que todavía no existen, y esas mujeres que muchos hombres persiguen y que ya no existen. Sin embargo, esta especie de fábula moral contada en tres episodios, identificados con los tres hombres que pasan por la vida de la protagonista, no consigue inquietarnos, interpelarnos y. mucho menos emocionarnos, porque se nutre de una sucesión de clichés, de tensiones dramáticas cargadas de artificio  y de, en general, una mirada de hombre que parece haber escuc

VÓRTEX. Sin piedad, la vejez.

En varios momentos estuve a punto de abandonarla, pero aguanté hasta el final. Me dolía, me hería, me apretaba las entrañas, lo que estaba viendo en la pantalla. Llegué al final de tristeza y vacío porque me interesaba todo lo que me estaba contando Gaspar Noé. Sin aditivos ni edulcorantes. Sin piedad. Como la vida misma. Su   Vortex  es una de esas películas que incomodan y que remueven. Incómoda, casi pornográfica por momentos por la crudeza con la que deja al aire sentimientos y emociones. Pero es uno de esos relatos que todos y todas tendríamos que ver. Porque nos habla de nosotros mismos. De lo que seremos. De este mundo en el que parece que vivimos de espaldas a la vejez y en el que los viejos y las viejas parecen ciudadanos y ciudadanas de segunda. Medicalizados, callados, domesticados. Unos en la hoguera terrible de la soledad, otros en la compañía perversa de los espacios en los que no han decidido vivir, la mayoría tratados como si fueran menores de edad a los que tratamos de

LA LECCIÓN

Empiezo a leer ' Enseñar pensamiento c rítico', de la siempre apasionada bell hooks (ed. Rayo Verde), después de haber visto la miniserie   La lección , y justo cuando apenas llevo unas semanas del nuevo curso. Como cada septiembre, he vuelto a sentir cosquilleo en el estómago, muchas dudas e incertidumbres y, sobre todo, la enorme emoción y responsabilidad, que supone ser profesor con un grupo de recién llegados y llegadas a la mayoría de edad. Leo y subrayo las sugerencias de hooks, después de haberme aprendido casi de memoria su ' Enseñar a transgredir' ( ed. Capitán Swing ),  y trato de llevar al aula sus enseñanzas sobre cómo generar una conversación democrática con el alumnado. Una tarea cada vez más complicada en un mundo en el que ellos y ellas usan un lenguaje muy distinto al mío, tan condicionadas por un espacio, el de las redes sociales, que para bien y para mal les ofrece unos relatos y unos imaginarios en los que con frecuencia es complicado equilibrar raci

JUAN DIEGO BOTTO Y LA SOCIEDAD DE LAS DE AFUERA

Para quienes el cine ha sido y será nuestra matria, no hay experiencia comparable a ver una película en comunidad, o sea, en la oscuridad de una sala, en   esa especie de ritual cívico en el que se entremezclan razón y emoción. En las dos últimas semanas he tenido la experiencia de vivir esta  ceremonia con dos películas que han sido coincidentes en levantar el aplauso del público con los créditos finales. Me refiero a Argentina, 1985 ( https://www.huffingtonpost.es/entry/argentina-1985_es_633ac63ae4b08e0e606fc573 ) y a la primera que ha dirigido Juan Diego Botto, En los márgenes . Las dos coinciden en que, más allá de sus virtudes y defectos formales, son capaces de remover el alma y las tripas de los espectadores. El alma ciudadana, diría yo, en cuanto que las dos se ocupan de realidades políticas y sociales, desde la memoria al presente, que nos interpelan en cuanto miembros de unas sociedades democráticas que dejan mucho que desear desde la perspectiva de las garantías de unas con

MEN LOVE SHOPPING

  Son muchas las cosas que me gustan de Italia. Entre otras, la pasión por el diseño, por los productos bellos, por la alegría de vivir. Esa que es fácil de descubrir incluso en sus ciudades más caóticas, tanto en una lujosa avenida de Milán como en una descuidada callejuela napolitana. Una de las singularidades italianas que más me siguen sorprendiendo es la cantidad de tiendas dedicadas a ropa para hombre. Nada que ver con la limitadísima oferta que encontramos habitualmente en las ciudades españolas, que además suele ser muy conservadora y nada atrevida. Como si aquí tuviéramos todavía más asumido que ser un hombre de verdad implica también responder a unos determinados códigos de vestimenta.   Una parte más de esa máscara que supone la virilidad y que durante siglos nos ha socializado en la idea de que el agrado, la estética, el arreglo personal, y no digamos la fantasía y el colorido en el vestir, eran atributos femeninos.   Y que, en consecuencia, el hombre que hace alarde de ell

ARGENTINA 1985: Sin memoria no es posible la democracia

  La mayoría de los manuales de Derecho Constitucional que explican la transición española y cómo se gestó la Constitución de 1978 continúan insistiendo en una visión idílica, casi hagiográfica, de un momento histórico que, como no podía ser de otra manera, tuvo sus luces, muchas luces, pero también sus sombras. Pese a los años vividos, continuamos empeñados en dar continuidad a un relato que puede que sirviera para generaciones anteriores, y que incluso fuera estratégicamente recomendable, pero que hoy ha dejado de tener sentido para una ciudadanía que, agobiada ante el futuro, necesitaría tener, como mínimo, unas bases sólidas de memoria. Porque solo desde este equipaje, racional y emocional, es posible avanzar, construir sólidos edificios constitucionales, armar de posibilidades la siempre huidiza esperanza. Por ello sigo sin entender, o sí (que es lo peor), las reacciones airadas que suele plantear en nuestro país cualquier intento por parte de los poderes públicos de hacer un ejer

GREAT FREEDOM: De jaulas, deseos y abrazos

Cuando hablamos de derechos humanos tenemos que hacerlo irremediablemente de memoria. Porque la historia de los derechos es la de los procesos de lucha por la dignidad de tantos sujetos y colectivos que durante siglos han estado situados en los márgenes. Es imposible darle un valor absoluto al concepto de dignidad sin ese ejercicio de memoria y sin, al mismo tiempo, su proyección hacia el futuro, en cuanto que la igualdad siempre está por hacer. El cine juega un papel esencial en construir, en un primer momento desde lo puramente emocional, ese hilo que conecta pasado, presente y futuro. Así lo siento cuando veo películas como   Great freedom , del austriaco Sebastian Meise,     la cual nos lleva a décadas pasadas, pero nos sacude las entrañas porque nos está hablando de seres humanos que, en este caso por motivo de sus deseos no heteronormativos, fueron expulsados de la ciudadanía. Y de como el trato discriminatorio hacia ellos se traduce en humillación, en cuerpos heridos y en una le