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Mostrando entradas de julio, 2023

BARBIE ES ELLA Y KEN SOY YO

Debo confesar que, de entrada, no tenía mucho interés en ver una de esas películas cuyos adelantos no había dejado de sufrir cada vez que iba al cine en las últimas semanas. Me daba la impresión de que trataba de un producto superficial y colorista, de esos con los que el cine norteamericano nos domestica a menudo. Sin embargo, la lectura de algunos análisis, sobre todo hechos por parte de mujeres críticas de cine, me animó a ir a verla. Además, entré en la sala con el ánimo muy arriba porque me alegró muchísimo ver, después de no sé cuánto tiempo, colas en las taquillas. Una experiencia que en los últimos tiempos cada vez se ha hecho más excepcional y que siempre me reconcilia con el poder del cine como ritual laico. Público de todas las edades, familias enteras y, delante de mí, dos de esos “nuevos padres” que, mochila al hombro, llevaban a un sus hijas y amigas, cada una con una Barbie en la mano, como quien va a un parque de atracciones.     Mucho me temo que, sin embargo, la pelíc

23J: DÓNDE ESTAMOS LOS HOMBRES ANTIMACHISTAS

Un debate recurrente en estos años de cuarta ola feminista ha sido dónde y de qué manera nos situábamos quienes estamos comprometidos en el trabajo por la igualdad real. Desde cuál debía ser nuestro lugar en las convocatorias de los 8 de marzos al permanente reproche sobre la usurpación de espacios y protagonismo, pasando por las posiciones más rígidas de las mujeres que siempre han pensado que un hombre feminista es algo tan contradictorio como un empresario que saliera a manifestarse el 1 de mayo, nos hemos movido siempre en terrenos movedizos. Sin duda, hemos cometido errores, hemos reproducido los vicios propios de la cultura machista en la que hemos sido educados y hemos pecado con demasiada frecuencia de un cierto afán de protagonismo, al tiempo que en nuestros entornos más privados volvíamos sin remedio a posiciones comodonas. Masculinidades subversivas, disidentes, profeministas, nuevas. Nos encanta jugar con los adjetivos y esquivar el sustantivo. Cuando nos ponemos gallitos,

CUERPOS IMPERFECTOS

Los hombres siempre hemos tenido, en general, muy mala relación con nuestro cuerpo. Fuimos siempre educados en considerarlo una especie de máquina, en estrecha relación con ese mandato tan terrible de potencia que nos marca desde niños. El cuerpo ha sido siempre para nosotros un instrumento con el que hemos tratado de hacer real lo que no es sino una fantasía de invulnerabilidad. Hemos sido poco cuidadosos con él, lo hemos llevado con frecuencia al límite y siempre lo hemos convertido en una tarjeta de presentación de nuestra virilidad. Todos socializados con los imaginarios de dioses y superhéroes a los que en ningún momentos veíamos heridos por su fragilidad. Yo fui un niño raro, y un adolescente más bien rellenito y tímido, buen estudiante y nada amante del deporte. Durante años, realmente hasta hace muy poco, tuve una malísima relación con mi cuerpo. Soy bajito, nunca he lucido musculatura, durante mucho tiempo me obsesioné con el exceso de vello, observé siempre con envidia a los

LA CULTURA, ESE AIRE QUE RESPIRAMOS

  Mientras que por las redes sociales no dejaba de ver noticias relacionadas con cancelaciones y censuras, mientras que a mi móvil llegaba la movilización de profesionales de la cultura en defensa de su libertad creativa, como si estuviéramos viviendo una distopía en tiempo real, en Carmona un grupo de mujeres reflexionaban y debatían sobre la importancia de que su voz se escuchara. Sobre los obstáculos todavía presentes en su acceso a la autoridad, como si a estas alturas del siglo XXI   a ellas les siguiera faltando, en palabras de Celia Amorós, la completa investidura. Escritoras como Marta Sanz, Sara Mesa, Eva Pérez Díaz o  Laura Restrepo; periodistas como Pilar del Río o Mariola Cubells;   profesoras y pensadoras como Anna Caballé, Nuria Capdevilla o Mª Angeles Durán, fotógrafas como Gloria Rodríguez, cineastas como Laura Hojman, Remedios Málvarez o Rocío Huertas o editoras como Christina Linares coincidían en vindicar la radicalidad política de la creación, su valor como  nervio