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Mostrando entradas de abril, 2022

MARÍA LEJÁRRA, una luciérnaga feminista

El pasado domingo, en un programa radiofónico, unos críticos de cine, varones, repasaban y puntuaban los estrenos de la semana, cuando llegado el turno del documental A las mujeres de España. María Lejárraga, de Laura Hojman, uno de ellos manifestó que le había parecido una buena obra pero tal vez demasiado “feminista”. Me imagino que sería complicado explicarle a este sesudo crítico que una película que repase y analice la trayectoria de una de las intelectuales más brillantes de nuestra historia no podría ser sino feminista. Y no solo por el mismo compromiso que Lejárraga dejó patente en su vida y en su obra, sino también por el mismo sentido de sus aportaciones en esa larga cadena que podemos identificar como la genealogía del feminismo español. Es curioso, y alarmante claro, que, de la misma manera quedurante siglos el adjetivo “femenino” ha implicado una devaluación del sustantivo al que se adhería, sobre todo si pensamos en una obra intelectual o cualquier tipo de creación, y com

EL ANIMAL QUE LLEVO DENTRO

  “ Ma l`animale che mi porto dentro Non mi fa vivere felice mai Si prende tutto  Anche il caffè Mi rende schiavo delle mie passioni ”   Estos versos tan rotundos de Franco Battiato sirven de pórtico a la novela y le ofrecen al autor el título que lo dice todo. El italiano Francesco Piccolo se mira a sí mismo, revisa los acontecimientos esenciales de su vida y nos explica, con frecuencia desde la desolación, la lucha que siempre ha tenido con ese animal que lleva dentro. El animal que todos llevamos dentro. Esa masculinidad que nos condiciona limita y nos encarcela: “ La relación entre aquello que te han impuesto ser y aquello que has intentado ser ”. La jaula de la virilidad que el autor de La separazione del maschio nos describe con pelos y señales. En la que se va forjando desde que es un niño, en los grupos de iguales de la adolescencia y, muy especialmente, en las relaciones con las mujeres.  Una búsqueda de identidad en la que el autor siente una rabia que no puede calmar ni rec

SENTIMOS LAS MOLESTIAS: Resines y Rellán en la edad de la impotencia

Es poco habitual que la pantalla nos ofrezca retratos de ese período de la vida en el que pareciera que tanto mujeres como hombres perdemos todo, o al menos parte, del estatus de ciudadanía que nos define en una democracia. Llegados a la vejez, esa palabra de la que siempre huimos porque sigue encerrando connotaciones peyorativas que son la más contundente expresión del “edadismo” de unas sociedades narcisistas y “presentistas”,     es como si el sistema nos expulsara a los márgenes para tratarnos paradójicamente como menores de edad. Más allá de cómo el quebrado Estado Social sigue teniendo una deuda pendiente con todo lo relativo a la garantía del bienestar y autonomía de los y las mayores, la vejez es uno de los períodos de nuestras vidas en que con más rigor acaban mostrándose esos sesgos de género que nos demuestran que tendríamos que abolir los mandatos de masculinidad y feminidad. Para los hombres, construidos bajo el peso de creernos los importantes, llegar a viejos supone en g

COMO MUJER NO TENGO PATRIA

Virginia Woolf escribió su imprescindible ensayo Tres guineas en el período turbulento que Europa vivió en los años 30 del pasado siglo, cuando ya el nazismo avanzaba y las heridas provocadas por la primera guerra mundial todavía sangraban. En una propuesta radicalmente feminista y pacifista, la autora de Mrs. Dalloway cuestiona un mundo hecho a imagen y semejanza de los hombres, detentadores del poder   y la autoridad, legitimadores durante siglos del uso de la violencia para resolver los conflictos. Es en ese libro donde Virginia proclama que como mujer ni tiene ni quiere patria. Porque si la patria representa una forma de organización política basada en los pactos masculinos, excluyente de las mujeres y legitimadora de las guerras, ella rechaza forma parte de esas componendas. Por el contrario, proclama su ciudadanía del mundo y vindica la necesidad de buscar nuevos métodos y nuevas palabras con los que organizar la convivencia. He vuelto a Tres guineas en estas semanas en las q