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Mostrando entradas de junio, 2021

MARICÓN

    Hace apenas unas semanas asistimos a cómo en el deporte español se imponía por primera vez una sanción por una actitud homófoba, provocada por la denuncia del jugador de waterpolo Víctor Gutiérrez. Una noticia que nos pone en evidencia cuánto hemos avanzado en cuanta a garantías legales de la pluralidad de opciones sexuales, pero también , y aunque pueda ser paradójico, cuánto queda todavía de una cultura homofóbica que durante siglos ha sido componente esencial de la construcción de la masculinidad. Recordemos que un mes antes un chico fue agredido brutalmente en Valencia por una manada de machotes. Y no olvidemos que estamos en un parte privilegiada del planeta: sigue habiendo países en los que la homosexualidad es un delito, así como otros muchos, cercanos geográficamente, en los que cada vez más se impone una moral reaccionaria y se limitan libertades tan esenciales como la pública manifestación de las vindicaciones del colectivo LGBTI. De la misma manera que las mujeres lesbia

CUIDADO CON LOS NIÑOS: ¿Qué educación?

  Cuando pensamos en políticas sociales, en avances en materia de derechos humanos y, muy especialmente, en educación, siempre usamos como referentes a los países nórdicos. Aunque no seamos conscientes de tu total realidad, ni siquiera manejemos datos precisos sobre sus niveles de bienestar e igualdad, lo hemos asumido como un lugar común en el que nos miramos y con el que, con mucha frecuencia, nos fustigamos en este sur de democracias imperfectas y Estado social venido a menos. Tal vez necesitaríamos una inmersión más completa en las vidas cotidianas de sus ciudadanos y de sus ciudadanos para comprobar que no es oro todo lo que reluce, como ponen, de manifiesto, sin ir más lejos, las violencias que las mujeres continúan sufriendo en países que consideramos un ejemplo a seguir. Unos claroscuros que podemos detectar en muchas de las producciones audiovisuales que nos llegan del Norte, de ese Norte que continúa siendo "lo más", desde la mirada acomplejada del Sur, como evidenc

FÚTBOL, ARCO IRIS Y POLÍTICA

Siempre que se acerca el 28 de junio, empiezan a circular por redes sociales y medios de comunicación mensajes que inciden en la idea de que cuando celebramos el   día del orgullo festejamos algo así como la libertad para amar. Una libertad que, sin duda, forma parte esencial de la dignidad de cualquier ser humano pero que no representa ni mucho menos el sentido vindicativo que debería seguir teniendo una fecha que el omnívoro mercado se ha encargado de convertir en un escaparate más.   Una involución que corre en paralelo a una cierta despolitización del movimiento LGBTI, lastrado por la ceguera de conquistas ya no tan recientes y por, en muchos casos, excesivas dependencias partidistas.  En España, solo el tenso e intenso debate en torno al Anteproyecto de la  Ley trans  parece haber resucitado un cierto pulso político y nos ha vuelto a recordar que la cuestión última no es otra que la efectiva garantía de los derechos de un colectivo, el cual no es que haya de disfrutar de esferas s

EVA CONTRA EL TIEMPO Y LA FRATRÍA

E n mi libro de conversaciones con   Amparo Rubiales ( Al amparo del feminismo, editorial Renacimiento)   le damos muchas vueltas a un tema que a ella, en cuanto mujer que se resiste a ser invisible como consecuencia de cumplir años, le preocupa especialmente:  el maltrato que el paso del tiempo genera en las mujeres. Como la suma de género y edad es otra forma de violencia sistémica que las condena a un lugar subalterno cuando ya parece que no están disponibles – para nosotros, claro – y cuando su fiel cumplimiento de la ley del agrado decae como lo hace su cotización en el mercado. Mientras que los hombres con el tiempo ganamos prestigio, autoridad y hasta atractivo, las mujeres se las ven y se las desean para seguir estando presentes. Mucho más en mundos como el de la interpretación, tan esclavo de la apariencia y de la imagen que lucha por hacerse rentable en medio de la selva, o no digamos el de la política, en la  que tan complicado resulta que las mujeres consoliden largas carre

ROZALÉN: El abrazo de los ángeles.

  Ayer fue un día raro, de esos en que parece que tienes un mano apretándote fuerte las vísceras, como si una mano negra y enorme encontrara gusto en retorcerlas. Anna, Olivia, Rocío, … Las sirenas se escapaban de las redes sociales y llegaban a mí con el nombre de tantas mujeres dolientes. Mi corazón de hombre, que todavía alberga, con más frecuencia de la que yo quisiera, un machito que es parte de la masculinidad dominante y depredadora se sintió todo el día como si estuviera desprendido del pecho y no encontrara un lugar donde acomodarse. Un rincón de la casa en el que entrara un poquito de luz y de aire por las ventanas. Donde apaciguar la ira y reconciliarse con un principio, la esperanza, que María Zambrano convirtió en vitamina de su razón poética. Un día raro, especial, para volver a un concierto, al ruedo de la música en directo, después de tantos meses de sentirme un ave enjaulada. Incluso llegué a sentir una punzada de culpa que me reclamaba vivir el duelo en lugar de baila

¿DÓNDE HEMOS ESTADO LOS HOMBRES ANTE EL TESTIMONIO DE ROCÍO?

Una vez que ha terminado la emisión de la docuserie en la que Rocío Carrasco ha convertido en palabras lo que durante años ha callado, no he dejado de preguntarme dónde estábamos los hombres, y muy especialmente los heteros, los miércoles por la noche. Y subrayo la opción sexual porque, al menos en redes sociales, solo he visto reacciones de muchos hombres homosexuales incluso emocionados ante el testimonio de la que, sin necesidad de sentencia que lo certifique, ha sido y es una mujer maltratada. Tal vez algún que otro machote lo ha seguido y ha callado para no señalarse como "traidor" en Twiter y aledaños. Yo mismo tuve mil dudas ante los primeros programas y ante el formato que temía acabara desembocando en una tertulia gritona e inexperta. Eso sí, no han faltado las habituales reacciones (pos)machistas de individuos enfadados consigo mismos y con las mujeres, y muy especialmente con las mujeres feministas, que se han dedicado por ejemplo a lanzar su ira contra la presenta