Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2022

LA FELICIDAD POLÍTICA

Hace unas semanas Daniel Innerarity, uno de los pensadores más brillantes de nuestro país, nos advertía de que uno de los mayores problemas de la izquierda era su incapacidad para plantear un discurso alternativo al de las libertades individuales, tan exitoso para la derecha y tan acomodado a un modelo económico cuya referencia es nuestro ombligo.     Ese agujero en el que flotan aparentemente felices nuestras ansias de consumo, nuestros deseos siempre por satisfacer y el horizonte limitado que adivinamos a través de nuestras anteojeras. En fin, todas esas marcas de fábrica que nos igualan en la estupidez y en el ansia de empoderarnos, tal y como nos educa el sistema.     Frente a la exaltación de nuestra sagrada libertad, prima hermana de la propiedad, y por tanto irremediablemente condicionada por las desigualdades socio- económicas y culturales que nos atraviesan, pareciera que desde posiciones supuestamente progresistas no hubiera otra opción que prescribir comportamientos y sancio

AFTERSUN: Las oportunidades del amor

Con los años he ido descubriendo que las mejores películas, o al menos las que a mí más me sacuden por dentro, son aquellas que, desde lo aparentemente pequeño, sin grandes alardes, pero con sabiduría, cuentan historias en las que descubro trocitos de mí, de esos que andan esparcidos por el universo a la espera de que los recupere para el puzle de mi vida. El primer largometraje de Charlotte Wells es una de esas historias que, así, de manera suave, lenta, casi imperceptible, se ha quedado en uno de los pliegues de mí mismo, como esos papeles que permanecen el bolsillo de un abrigo o que acabas descubriendo entre las páginas de un libro cuando pasado el tiempo vuelves a él. El relato de las vacaciones que pasan juntos una hija y su padre, y que ella recupera pasados los años a través de los videos grabados entonces, es una maravillosa lección sobre cómo se construyen los puentes emocionales, sobre las dificultades de amar cuando se está en la cuerda floja y, al fin, claro, sobre el dolo

MANTÍCORA: la perversa fábula de la bella cuidadora y el bestia mártir

Nunca me ha gustado el cine de Carlos Vermut. Aun reconociendo sus virtudes artísticas, sus propuestas siempre me dejan afuera y, sobre todo, me transmiten un imaginario sobre los mundos masculino y femenino que no comparto en absoluto. Que me incomodan desde el rechazo, no desde la inquietud. En este sentido, creo que hay una clara continuidad en su obra, lo cual demuestra que estamos ante un creador, en la que como le pasa a otros directores es posible tirar de un hilo que siempre nos lleva al mismo ovillo. Del que brotan los caracteres de mujeres y hombres que están presentes en   Magical Girl   y no digamos en   Quién te cantará.   El hecho de que nos presente sus historias como si fueran una especie de fábulas que rozan el terror no le quita ni un ápice de fuerza política a lo que nos está contando. Al contrario, lo subraya bajo una cobertura que a ratos quiere parecer rompedora, caleidoscópica otros, barroca e e impostada, y que a mí, a diferencia de lo que con frecuencia veo en

¿POR QUÉ LA BODA DE "MI EX" FUE UNO DE LOS DÍAS MÁS FELICES DE MI VIDA?

  Fui uno de esos hombres educados en la idea de que la vida ha de seguir un itinerario en el que vamos cubriendo etapas sucesivas. Entre ellas, firmar una hipoteca, casarse y formar una familia. Después, suponíamos, los días entraban en una dinámica cómoda y hasta placentera. Tras una adolescencia confusa y católicamente represora, decidí ajustarme al seguro y relativamente cómodo marco heteronormativo. Iluso y cobarde. Con bendiciones canónicas, como debía ser. Y sí, me casé con dudas y temores, pero también enamorado. Ahora que miro hacia atrás sin iras hacia mí mismo, puedo afirmar que hubo amor y un proyecto conjunto, ilusiones compartidas y, lo mejor de todo, un hijo que ha sido siempre una especie de puente, a veces sobre aguas turbulentas, y un espejo en el que descubrir y asumir nuestras fragilidades. Engañaría a quien dijera que la separación de mi compañera fue fácil. Ninguna lo es. Pero la nuestra, como mínimo, no provocó ningún terremoto que nos dejara con el suelo abierto

¡DOLORES GUAPA!: La Andalucía mariquita y cofrade.

  A quien no haya nacido, o como mínimo vivido parte de su vida, en Andalucía entiende que le resulta complicado entender lo que significa la Semana Santa. La suma de experiencia sensorial, religiosidad popular, costumbres heredadas y espacio público compartido hacen de ella una singular manifestación que, desde mi punto de vista, tiene muchas conexiones con la identidad de una tierra caracterizada por las mezclas y los mestizajes. Porque creo que en la Semana Santa hay mucho de eso, de fusión emocional, de memorias y de divinidades, más allá de la etiqueta católica que pretende convertirla en una especie de bandera reactiva en estos malos tiempos para la Iglesia. Hay incluso, en su profusión de cristos y de vírgenes, y sobre todo de vírgenes, una resistencia del politeísmo a ser engullido por un monoteísmo tan patriarcal y aburrido. Yo hace tiempo, mucho tiempo, que me desvinculé de todo lo religioso que hay en ella y me quedé con lo emocional y sensual que lo habita. Incluso con lo e