Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando entradas de noviembre, 2020

25N: LA URGENCIA DE POLÍTICAS DIRIGIDAS A LOS HOMBRES

Un año más, en torno al 25N, volveremos a reincidir en el diagnóstico de por qué, pese a los instrumentos legislativos y a las políticas desarrolladas en los últimos años, que pese a sus imperfecciones han supuesto un avance significativo en la lucha por la igualdad real, la violencia machista no cesa. Y lo haremos en un año singular en el que la pandemia, muy especialmente en los momentos más duros del confinamiento, ha contribuido a hacer menos visible esa violencia que se perpetúa en lo privado y que continúa siendo la proyección más dramática del contrato sexual todavía vigente. Volveremos a reivindicar la necesidad de más recursos, del desarrollo del casi olvidado Pacto de Estado de 2017, de incorporar a nuestro ordenamiento un concepto más amplio de violencia de género siguiendo las pautas del Convenio de Estambul, o de formar y sensibilizar a todos los operadores jurídicos para que la tutela judicial de los derechos de las mujeres sea efectiva. Sin embargo, y pese a lo necesario

25N: DE HIJOS Y PADRES

Todos los hijos hemos tenido, llegado el momento,     y metafóricamente hablando, que “matar al padre”. La mayoría de nosotros, en mayor o menor medida, y en muchos casos por la simple inercia del cambio de los tiempos, nos hemos construido como sujetos individuales negando en gran medida a quienes nos precedieron, por mucho que en el fondo, y a la larga, quede en nosotros una huella inevitable de quienes fueron nuestros referentes masculinos más cercanos. Todo ello con independencia de que, junto a padres amorosos y ejemplares, haya habido una amplia fratría que de diligentes y buenos padres de familia solo han tenido la etiqueta que misógino les otorgaba el Código civil. He pensado mucho en esta tensión, que yo ahora estoy viviendo desde la doble experiencia que supone ser hijo de un abuelo y padre de un hombrecito que acaba de llegar a la mayoría de edad, al contemplar la polémica generada por la campaña lanzada por nuestro Ayuntamiento con motivo del 25N. Una campaña que, con indep

LA NUEVA MASCULINIDAD DE SIEMPRE

Tras su novela  Candidato,  que puede leerse, entre otras cosas, como el retrato sin miramientos de una masculinidad hegemónica y depredadora, Antonio J. Rodríguez acaba de publicar un ensayo en el que con valentía nos interpela a los varones.  La nueva masculinidad de siempre,  cuyo título describe a la perfección la paradoja en la que con relativa frecuencia nos instalamos, constituye un análisis demoledor en muchos aspectos, controvertido en otros, pero en suma necesario, sobre algunas de las encrucijadas en las que nos encontramos los hombres del siglo XXI. Unos sujetos que, como mínimo, andamos algo desnortados ante los avances del feminismo, el poderío creciente de nuestras compañeras y la quiebra lenta pero sin pausa del púlpito en que durante siglos tuvimos el monopolio de la palabra. Un contexto en el que no faltan lamentablemente colegas de fratría que se abrazan a una suerte de revanchismo patriarcal que incluso pone en peligro algunas de las conquistas igualitarias que las

ADAM: Por qué necesitamos los cines

  Cada vez que he ido al cine en las últimas semanas, y he intentado hacerlo fielmente, como el devoto que va cada domingo a misa, he tenido la amarga sensación de que el edificio se estaba derrumbando. Al ver los espacios cada vez más vacíos, con la mitad de las salas cerradas, con apenas gente por los pasillos ni colas en las taquillas, he sentido, como un puñal, que esa podría ser la última vez. Y he vivido el ritual como quien se despide de un ser querido, como esa última noche en la que ya sabes que no volverás a sentir la piel del amante, como ese último renglón dubitativo que escribes cuando estás terminando un escrito. El pasado domingo, cuando el gobierno andaluz no había hecho más que anunciar medidas más restrictivas que, una vez más, incidirán de manera tan negativa en el sector de la cultura, volví a una sala con ese nervio un tanto infantil de quien quiere vivir la experiencia como única, como de hecho lo es la que supone entrar en una sala oscura y dejarte llevar por la

EL ÁRBOL, EL BOSQUE Y ROZALÉN

Añadir título Cuando era niño y los veranos eran eternos en el cortijo de mis abuelos, mis ojos siempre miraban entre asombrados y temerosos un pequeño terreno cubierto de álamos que estaba a unos metros del estanque donde aprendí a nadar. Altos y desafiantes. Verdes y grises. Un espacio pequeñito en aquella tierra de olivos pero que a mí me parecía casi un bosque. En aquella alameda, en la que a mi abuelo Francisco le gustaba tanto pasear mientras repetía versos propios y extraños, yo empecé, sin darme cuenta, a inventar mundos que me servían de refugio. Aquella pequeña suma de pequeños árboles fue mi bosque de las brujas, de los insectos y de los ogros. El de los pájaros sin jaula y el de un cielo lejano que, sin embargo, yo entonces creía poder tocar con mis pequeñas y regordetas manos. Tardé mucho en entender todas las metáforas que caben en un bosque y cuánto de mí había en cada árbol. Uno y todos. Las piezas siempre desordenadas de un puzle cuyo casos solo apreciaría con el tiemp