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Mostrando entradas de abril, 2019

HACIA UN GOBIERNO FEMINISTA

Yes, I am a feminist.  La camiseta que lució  Carmen Calvo   la pasada noche electoral  era no solo un resumen perfecto de alguna de las claves de la jornada sino también, espero, toda una declaración de intenciones con respecto a  la próxima formación de gobierno . Creo que ningún analista serio, salvo que le pueda la mirada androcéntrica y sexista, o sea, antifeminista, puede obviar que en este proceso electoral ha sido decisiva  la movilización de las mujeres . El feminismo ha vuelto a demostrarnos que  es el movimiento social más vivo, progresista e ilusionante del siglo XXI . La capacidad de las mujeres feministas para crear redes, para convertir en acción política su sentido de la justicia y de  enfocar con lentes ajustadas cuál es el enemigo patriarcal  a batir, han sido claves en la derrota de la derecha y en el triunfo del socialismo. Un partido cuyo secretario general ha tenido la lucidez y el compromiso de saber escuchar y tener presentes las vindicaciones de toda u

SEX EDUCATION

Es muy habitual que los productos audiovisuales nos muestren a los adolescentes como seres desnortados y desde una mirada entre paternalista y complaciente. En los últimos años han proliferado las series de televisión y las películas en las que, sin apenas matices, nos los muestran entregados sin mesura a mil placeres (sobre todos sexuales) y como fieles reproductores de estereotipos que algunos creíamos superados. Sirvan como ejemplo las adaptaciones cinematográficas de las novelitas de Federico Moccia o la más reciente y exitosa serie española Élite , un buen ejemplo de artefacto bien manufacturado y perversamente atractivo. Justamente por ello, me ha sorprendido gratamente una serie emitida en la plataforma Netflix y cuyo título, Sex education, es ya toda una declaración de intenciones. La serie, en la que vemos a chicos y a chicas jóvenes que no se comportan como si fueran adultos en miniatura ni como seres de infancias alargadas, tiene el gran mérito de, con un guion impec

ESOS POLÍTICOS TAN MACHOTES

Cuando elegimos a nuestros representantes, y sobre todo cuando lo hacemos pensando en quién va a ocupar la Presidencia del Gobierno, lo hacemos teniendo en cuenta no solo su proyecto político, sino también qué tipo de liderazgo representan. Es decir, en la determinación de nuestro voto acaban teniendo un peso esencial los modos y las maneras, las palabras y hasta los silencios, con que se definen ante la ciudadanía quienes pretenden convencernos de su capacidad para hacer posible la convivencia pacífica, el progreso económico, la justicia social y, en fin, aunque suene a utopía, la felicidad de los gobernados. Después de escuchar en las últimas semanas a quienes aspiran a convertirse en presidentes de todos los españoles y todas las españolas, mis dudas en cuanto a quien me gustaría que nos gobernase se han ido despejando. Entre otras cosas, porque como sabiamente apuntaba hace unos días Iñaki Gabilondo, no me gustaría que este país acabe pareciéndose cada vez más a la casa de Ber

YO TAMBIÉN SOY EZE: ¿A quién te llevarías a una lista desierta?

He de confesar que, aunque su durante su primera parte, la última película de Jota Linares, del que ya intuí una mirada singular en Animales sin collar,  me dejó indiferente e incluso llegó a aburrirme, la historia me tocó el corazón cuando en su segunda mitad se desbordan las mentiras, las medias verdades y las tensiones entre los cuatro protagonistas. Aunque se haya dicho con insistencia que la película es un retrato generacional, que también lo es, no creo que esa sea su dimensión más lograda. Es cierto que los dos chicos y las dos chicas protagonistas podrían ser una especie de "anti- Elite " unos cuantos años después, y que en sus frustraciones, miedos e inseguridades detectamos los de  una generación que en este país parece condenada a la precariedad, pero no es esa parte del relato la que a mí me llegó más hondo. Fue el cruce de sentimientos enterrados, de pieles puestas por escrito, de pañuelos que marcan el territorio y de lágrimas en los rostros, lo que a mí me c

EL PODER DEL VOTO FEMINISTA

Con demasiada frecuencia, supongo que por la creciente pérdida de legitimidad de un sistema democrático atrapado entre la "sin ley" del mercado y los voraces partidos políticos, las ciudadanas y los ciudadanos no somos conscientes del peso de nuestro voto. El ejercicio del derecho de sufragio, mediante el cual dotamos de contenido a la pequeña parcela de soberanía que nos corresponde, representa una parcela de poder que con frecuencia menospreciamos y que, en consecuencia, como pasó en las pasadas elecciones andaluzas, nos lleva a que renunciemos a ella desde una posición abstencionista, por supuesto legítima y seguramente cargada de razones, pero también hasta cierto punto irresponsable y comodona. En estos tiempos convulsos, de amenazas evidentes que ponen en peligro la propia supervivencia de nuestro modelo de convivencia, no creo que haya argumentos que justifiquen la pasividad que supone no ejercer un derecho/poder y, en consecuencia, desligarnos de la posible respo

DESCONOCIDAS E INVISIBLES

En pocas ocasiones coinciden en la cartelera varias películas que, rompiendo con el canon dominante en el cine más comercial, nos ofrecen la ocasión de mirar al pasado y al presente de las mujeres, o sea, de la mitad de la Humanidad. Nada mejor para contrarrestar los productos que resultan de egos autorreferenciales y estreñidos, como puede ser el de nuestro  Almodóvar  y su aclamada  Dolor y gloria , que disfrutar de las historias que nos ofrecen películas como  Conociendo a Astrid  y  Las invisibles. La primera, dirigida por una mujer,  Pernille Fischer Christensen , nos hace visible a la autora de la famosísima Pippi Calzaslargas, la escritora sueca  Astrid Lindgren . Encarnada por una maravillosa Alba August, la película nos muestra el itinerario vital de una mujer que, desde muy jovencita, luchó por ser un ser autónomo, no dependiente de los hombres, capaz de llevar el timón de su propia vida. Una escritora que, como nos muestra la escena del baile, se resiste a seguir las co