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POLITIZAR EL ORGULLO

Expectantes ante el pronunciamiento de nuestro Tribunal Constitucional sobre el recurso planteado contra la Ley 4/2023, de 28 de febrero, para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI, y alarmados ante la regresión que en materia de derechos de estos colectivos se está viviendo incluso dentro de la misma Europa, llegamos a un 28 de junio en el que más que nunca necesitamos recuperar su razón vindicativa. Ante un panorama desolador en el que muchos gobiernos autonómicos y locales han desactivado la potencia política del Orgullo, en algunos casos con la complicidad de un sector del movimiento que parece vivir feliz con las lógicas elitistas y asimilacionistas del mercado, urge recuperar el sentido emancipatorio que ha de tener una fecha que lamentablemente está siendo manipulada por quienes ven en ella un pretexto perfecto para el negocio y para el acomodo a unas dinámicas identitarias que poco o nada tienen de emancipator...
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CHARO EN CINECITTÀ

  "Pero yo tengo esa manera de ser, quiero demasiado, mando demasiado, amo demasiado algo que no alcanzo, y cuando no lo alcanzo, intento desesperadamente transformar lo que existe de modo que el objeto defectuoso se aproxime a la realidad inalcanzable" Lidia Jorge, Misericordia Odio el verano. Cada año que pasa un poquito más que el anterior. Desde que descubrí que Mina cantaba esa título lo convertí en parte de mi banda sonora.   Odio l`estate . A Charo tampoco le gustaba el verano. Cuando empezaba el sol a arder se recluía en su casa, con el aire acondicionado, con sus libros y sus músicas: “a mí ya no me veis hasta septiembre u octubre”. Este año apenas si le ha dado tiempo a quejarse del calor. En pleno solsticio ha decidido dejar este mundo cada vez más de locos, con Trump de machote guerrero y los puteros de siempre haciendo lo de toda la vida,     y ya supongo que anda haciendo uno de esos viajes que a ella tanto le gustaban. A los que seguimos aquí, y que ta...

UNA PERRA ANDALUZA. Bendita imperfección.

  En este mundo de trincheras identitarias, el mercado ha encontrado un nicho perfecto en lo LGBTIQ+.   La industria audiovisual, que más allá de lo creativo no busca sino consumidores ávidos de productos, se está dejando llevar por esa corriente en la que podemos encuadrar películas y series que nos dibujan una realidad sin aristas. Empaquetada con papel de colores y purpurina. Sin recato alguno en la reproducción de roles y estereotipos, además de continuista con respecto a las pautas y valores del ecosistema heteronormativo, contra el que se supone que estábamos luchando. En muchos casos pareciera que con reducirlo todo a amores y desamores, músicas nostálgicas y acontecimientos eufóricos, el producto habría pasado el filtro de lo políticamente correcto y, en consecuencia, y es algo que nos debería hacer sospechar, es capaz de recabar audiencias exitosas. Lo cual significa que incluso quienes no están por la labor de desmontar el orden binario de género, sino más bien al co...

SIRAT. Epifanía de los cuerpos que bailan

  Como bien explica Vicente Monroy en su imprescindible Breve historia de la oscuridad, vivimos unos tiempos de exceso de luz. Ni siquiera la oscuridad de las habitaciones es tal desde que los móviles, que nos acompañan incluso debajo de la almohada, las iluminan de manera intempestiva. Vivimos permanentemente expuestos, fotografiados, visibles hasta en nuestra intimidad. De esta manera, hemos ido cortando alas a la imaginación, a la dimensión creativa de la inteligencia, a los pensamientos que requieren de lenta cocción como los buenos guisos. Consumimos más productos audiovisuales que nunca pero el mismo verbo, consumir , y el sustantivo, productos , nos dan pistas de cómo y para qué lo hacemos. De ahí la necesidad de reivindicar, sin melancolía, la oscuridad de las salas como esa especie de útero en el que es posible que se engendre la vida. Ese templo en el que se oficia desde el siglo pasado un ritual cívico que hace que superemos nuestro ombligo y nos sintamos parte de “lo co...

ELLAS EN LA CIUDAD

  “No es sólo cuestión de contar lo que nos han hecho, es dotarnos de una conciencia social, de propiciar una transformación formal, real y legal para que no vuelva a ocurrir. Es contarnos entre nosotras, y también contarles a ellos hasta que se den por aludidos” Aida Dos Santos, Hijas del hormigón   Una de las grandes revoluciones, todavía pendiente para muchos hombres, es que reconozcamos a las mujeres como prescriptoras o, lo que es lo mismo, como sujetas con autoridad y prestigio, maestras capaces de abrirnos ventanas y de ayudarnos a cuestionar el mundo sesgado en que fuimos socializados. Yo hace tiempo que, por fortuna del feminismo, tengo en mi vida a muchas mujeres que me nutren con sus propuestas y sus recomendaciones. Las escucho y las leo porque siempre me hacen descubrir horizontes de posibilidades. De su mano suelo ir al cine y a las librerías, a exposiciones y eventos en los que, además, ellas son la mayoría del público. Fueron justamente dos de esas mujere...

UNA QUINTA PORTUGUESA. La amabilidad de los extraños

  “… el artista, el escritor, el pintor o el cineasta que consiga encarnar la bondad habrá hecho algo maravilloso por nuestra especie” Manuel Vilas     En estos tiempos de tanto ruido y tanta zozobra, de tanta maldad presunta y explícita, reconforta ver una película como  Una quinta portuguesa . Una de esas obras cinematográficas que, pese a su evidente poso literario, consigue levantar el vuelo de las palabras y el riesgo de la facilona pedantería para sumergirnos en una fábula, de seres humanos y de fantasmas, en la somos atrapados por un relato perfectamente urdido por Avelina Prat. La guionista, que también es la directora, y siguiendo el rastro que ya apuntara en  Vasil , su primer largometraje, nos propone una mirada sobre lo humano que pareciera que no está de moda, y que se fija, muy especialmente, en la bondad que atesoramos y desde la que resulta tan fácil crear puentes y vínculos. El protagonista, Fernando, es fundamentalmente un hombre bueno, como ta...

LA HISTORIA DE SOULEYMANE: Los nadie en la Europa de los derechos

Seguramente habrá quien piense que esta historia nos la han contado ya muchas veces en el cine, sobre todo en películas recientes que han empezado a poner el foco en lo que constituye sin duda uno de los agujeros negros de la "Europa de los derechos". Sin embargo, hay en La historia de Souleymane una potencia singular que tiene que ver con cómo está construido el relato, de tal manera que durante buena parte del metraje asistimos a una especie casi de thriller angustioso en un contexto social del que no podemos sustraernos, hasta que desembocamos en un final, hermoso y doloroso final, en el que descubrimos el verdadero relato del protagonista. El relato de una vida de pobreza, violencia y exclusión. De sueños por realizar. De humanidad en la cuerda floja. En esa escena final, en la que Souleymane cuenta a una funcionaria de extranjería un relato que puede abrirle las puertas del asilo político, la película deja al descubierto las violencias  que, me temo, nos resistimos a mi...